De acuerdo con las cifras sesgadas del Banco Central de Venezuela (BCV) el PIB cayó 5,8% durante el último trimestre de 2009.
Según esta entidad, que a diferencia de la mayoría de los bancos centrales del mundo no goza de una mínima independencia frente al gobierno, la contracción económica en el último trimestre del año pasado fue mayor a la inicialmente proyectada, y llevó a un estimativo de disminución del PIB de 3,3% en 2009.
Durante el cuarto trimestre la actividad petrolera se redujo en 10,2%, en tanto que la no petrolera lo hizo en 4%. Las mayores caídas en la actividad no petrolera fueron en servicios de transporte (-16,9%), comercio (-13,9%) manufactura (-6,9%), minería (-4,8%) y construcción (-3,5%). Supuestamente crecieron comunicaciones (10,5%), electricidad y agua (5,5%) y servicios del gobierno o burocracia (2,8%).
Esta contracción económica, que con seguridad se ha agudizado en los primeros meses de 2010, se produjo luego de que Hugo Chávez y su ex ministro de Economía y Finanzas y actual ministro de Electricidad Alí Rodríguez Araque habían asegurado que la economía venezolana se encontraba totalmente “blindada” ante la crisis económica global.
Tanto Chávez como sus ministros, o viven en otro planeta o le mienten a la población sobre la gravedad de la situación económica por la que atraviesa el país. Como buenos comunistas que son, fieles creyentes en que el fin justifica los medios, no tienen el más mínimo reparo en manipular las cifras y tapar la realidad. Hasta dan la impresión de que de tanto repetir mentiras, terminan por creérselas.
En realidad, la economía “socialista” venezolana exporta cada vez menos, es creciente su dependencia en una declinante producción y exportación de petróleo, y muchas de sus empresas han caído en manos de burócratas y sindicatos depredadores que las han saqueado y paralizado.
Mientras varias de las economías emergentes empiezan a superar la crisis económica, la economía venezolana experimenta una trayectoria de agudización de la crisis, sin que se vea luz al final del túnel.
Durante el cuarto trimestre la actividad petrolera se redujo en 10,2%, en tanto que la no petrolera lo hizo en 4%. Las mayores caídas en la actividad no petrolera fueron en servicios de transporte (-16,9%), comercio (-13,9%) manufactura (-6,9%), minería (-4,8%) y construcción (-3,5%). Supuestamente crecieron comunicaciones (10,5%), electricidad y agua (5,5%) y servicios del gobierno o burocracia (2,8%).
Esta contracción económica, que con seguridad se ha agudizado en los primeros meses de 2010, se produjo luego de que Hugo Chávez y su ex ministro de Economía y Finanzas y actual ministro de Electricidad Alí Rodríguez Araque habían asegurado que la economía venezolana se encontraba totalmente “blindada” ante la crisis económica global.
Tanto Chávez como sus ministros, o viven en otro planeta o le mienten a la población sobre la gravedad de la situación económica por la que atraviesa el país. Como buenos comunistas que son, fieles creyentes en que el fin justifica los medios, no tienen el más mínimo reparo en manipular las cifras y tapar la realidad. Hasta dan la impresión de que de tanto repetir mentiras, terminan por creérselas.
En realidad, la economía “socialista” venezolana exporta cada vez menos, es creciente su dependencia en una declinante producción y exportación de petróleo, y muchas de sus empresas han caído en manos de burócratas y sindicatos depredadores que las han saqueado y paralizado.
Mientras varias de las economías emergentes empiezan a superar la crisis económica, la economía venezolana experimenta una trayectoria de agudización de la crisis, sin que se vea luz al final del túnel.