Están disponibles las perspectivas económicas de Colombia en las que se proyecta una desaceleración para 2016-2017 y una recuperación en los tres años siguientes.
El gobierno calculó el aumento del PIB en 2015 de 3,1% y redujo ligeramente su estimativo para 2014 de 4,6% a 4,4%. Para 2016 las proyecciones de LaNota.com contemplan un crecimiento económico de 2,5% y para 2017 de 2,9%, siempre y cuando no se presente un deterioro adicional al que se ha visto en estos últimos meses en la evolución de la economía global.
Para obtener las proyecciones económicas detalladas con la información histórica mas pertinente haga click en:
En realidad el panorama es complejo. Los desequilibrios en las cuentas externas y fiscales son considerables y los ajustes para reducirlos a niveles sostenibles apenas han empezado. No se dispone de márgenes para absorber errores en la política económica. La confianza de acreedores e inversionistas pende de un hilo. No hay espacio para treguas en la lucha contra la inflación y es imperativo conservar en niveles altos las reservas internacionales y evitar que el desempleo se desborde.
En resumen, mantener a flote la actividad económica es por lejos lo prioritario en las circunstancias actuales de Colombia. Idealmente, la esfera de la política debería subordinarse al logro de este vital objetivo, pero no se ve que los distintos liderazgos estén lo suficientemente comprometidos, puesto que para tal efecto se requeriría dejar a un lado las improductivas querellas y las pequeñas venganzas, para darle paso a un espíritu de mayor unión en la identificación de criterios.
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En realidad el panorama es complejo. Los desequilibrios en las cuentas externas y fiscales son considerables y los ajustes para reducirlos a niveles sostenibles apenas han empezado. No se dispone de márgenes para absorber errores en la política económica. La confianza de acreedores e inversionistas pende de un hilo. No hay espacio para treguas en la lucha contra la inflación y es imperativo conservar en niveles altos las reservas internacionales y evitar que el desempleo se desborde.
En resumen, mantener a flote la actividad económica es por lejos lo prioritario en las circunstancias actuales de Colombia. Idealmente, la esfera de la política debería subordinarse al logro de este vital objetivo, pero no se ve que los distintos liderazgos estén lo suficientemente comprometidos, puesto que para tal efecto se requeriría dejar a un lado las improductivas querellas y las pequeñas venganzas, para darle paso a un espíritu de mayor unión en la identificación de criterios.