Desde mediados de septiembre de 2012, en escasos 10 días, ha descendido 12%. La evolución reciente de la economía europea está incidiendo en este comportamiento.
Europa ha vuelto a tener un impacto sobre el estado de ánimo de los inversionistas internacionales. El índice IFO de clima empresarial en Alemania cayó en septiembre a su menor nivel en dos años. La evolución negativa de este índice confirma que aun las economías mas fuertes de Europa están en medio de una significativa desaceleración económica, la que además no parece haber tocado fondo.
Por ejemplo, el índice PMI de Francia (índice gerencial de compras) alcanzó en septiembre su punto mas bajo desde 2009, al tiempo que la confianza empresarial en Holanda también se redujo en este mes.
La economía alemana avanzó a un buen ritmo en el primer trimestre de 2012, pero perdió impulso en el segundo trimestre. Varios analistas pronostican que se contraerá en el tercer y cuarto trimestre del año.
A las malas noticias relacionadas con el desempeño económico europeo se agrega el recrudecimiento de las manifestaciones populares en contra de las medidas de austeridad en España y las amenazas de secesión por parte de Cataluña, así como los desacuerdos entre la canciller alemana Angela Merkel y el Presidente francés Francois Holland sobre la integración del sistema bancario europeo.
Así las cosas, por la importancia que representa Europa en el contexto de la economía global y dado que constituye el primer cliente de China, el precio del petróleo ha retomado una dirección negativa, tal como puede apreciarse en el siguiente enlace
Desde 2009, el precio internacional del petróleo experimentó dos puntos altos, uno en junio de 2011 y otro en marzo de 2012 cuando llegó a US$110 barril. Después de esos puntos altos ha registrado dos puntos bajos en octubre de 2011 y en junio de 2012 cuando se situó en US$80 barril. Todo indica que este precio tocará nuevamente ese punto bajo por tercera vez, en cuyo caso lo mas probable es que caiga, después de otro pequeño rebote, por debajo de ese nivel.
¿Hasta dónde el descenso? Imposible predecirlo en forma exacta, pero la conclusión es que 2013 no luce como uno de precios altos, sino por el contrario, uno de precios promedio menores a los de 2011-2012, especialmente si se confirman las proyecciones relativamente pesimistas que se tienen en relación con el dinamismo de la economía global en los próximos trimestres.
Por ejemplo, el índice PMI de Francia (índice gerencial de compras) alcanzó en septiembre su punto mas bajo desde 2009, al tiempo que la confianza empresarial en Holanda también se redujo en este mes.
La economía alemana avanzó a un buen ritmo en el primer trimestre de 2012, pero perdió impulso en el segundo trimestre. Varios analistas pronostican que se contraerá en el tercer y cuarto trimestre del año.
A las malas noticias relacionadas con el desempeño económico europeo se agrega el recrudecimiento de las manifestaciones populares en contra de las medidas de austeridad en España y las amenazas de secesión por parte de Cataluña, así como los desacuerdos entre la canciller alemana Angela Merkel y el Presidente francés Francois Holland sobre la integración del sistema bancario europeo.
Así las cosas, por la importancia que representa Europa en el contexto de la economía global y dado que constituye el primer cliente de China, el precio del petróleo ha retomado una dirección negativa, tal como puede apreciarse en el siguiente enlace
Desde 2009, el precio internacional del petróleo experimentó dos puntos altos, uno en junio de 2011 y otro en marzo de 2012 cuando llegó a US$110 barril. Después de esos puntos altos ha registrado dos puntos bajos en octubre de 2011 y en junio de 2012 cuando se situó en US$80 barril. Todo indica que este precio tocará nuevamente ese punto bajo por tercera vez, en cuyo caso lo mas probable es que caiga, después de otro pequeño rebote, por debajo de ese nivel.
¿Hasta dónde el descenso? Imposible predecirlo en forma exacta, pero la conclusión es que 2013 no luce como uno de precios altos, sino por el contrario, uno de precios promedio menores a los de 2011-2012, especialmente si se confirman las proyecciones relativamente pesimistas que se tienen en relación con el dinamismo de la economía global en los próximos trimestres.