Nada más patético que la última reunión de la OPEC. Los países miembros ni siquiera han cumplido con el recorte acordado en septiembre 2008.
Las propuestas de algunos miembros en el sentido de recortar adicionalmente las cuotas de exportación de petróleo resultaron no ser más que un saludo de bandera a un esquema que actualmente no está funcionando. La ridícula excusa oficial de la OPEC es que no hacen recortes adicionales porque sus miembros están muy preocupados por la situación económica mundial. Un buen chiste: cuando el precio estaba en US$140 barril y no entre US$35-45 barril como ahora, en lo que menos pensaban era en la situación económica mundial.
La verdad es que el cartel de la OPEC está haciendo agua como siempre ha sucedido cuando hay sobre producción de petróleo. El incumplimiento con el recorte de septiembre, que fue de 4.2 millones de barriles diarios, se calcula en un rango que va de 800.000 a 1.5 millones de barriles diarios.
Uno de los países que siempre ha incumplido con los recortes acordados ha sido Ecuador, un productor marginal que ingresó recientemente a la OPEC con gran fanfarria, como si hiciera parte de las grandes ligas, pero que no tiene el más mínimo margen de maniobra para sacrificar ingresos. Pero más sorprendente aún, otro que ha incumplido es Venezuela, en lo que constituye una señal adicional de que probablemente la situación de liquidez de PDVSA es crítica. La petrolera estatal venezolana ha venido postergando los pagos a sus proveedores y suspendiendo inversiones en renovación y modernización de su infraestructura de producción.
Finalmente, las esperanzas de que Rusia ingrese al cartel, o por lo menos contribuya con recortes en su producción, se frustraron plenamente. ¿Qué gana Rusia con sacrificarse si el sacrificio implícito en el recorte de cuotas corre por cuenta de los grandes productores que pertenecen a la OPEC? En la reunión, los rusos básicamente dijeron que seguirían produciendo lo que han venido produciendo, lo que según ellos es una contribución a los objetivos de la OPEC de recortar la producción. Sin duda, otro de los buenos chistes de la reunión.
La verdad es que el cartel de la OPEC está haciendo agua como siempre ha sucedido cuando hay sobre producción de petróleo. El incumplimiento con el recorte de septiembre, que fue de 4.2 millones de barriles diarios, se calcula en un rango que va de 800.000 a 1.5 millones de barriles diarios.
Uno de los países que siempre ha incumplido con los recortes acordados ha sido Ecuador, un productor marginal que ingresó recientemente a la OPEC con gran fanfarria, como si hiciera parte de las grandes ligas, pero que no tiene el más mínimo margen de maniobra para sacrificar ingresos. Pero más sorprendente aún, otro que ha incumplido es Venezuela, en lo que constituye una señal adicional de que probablemente la situación de liquidez de PDVSA es crítica. La petrolera estatal venezolana ha venido postergando los pagos a sus proveedores y suspendiendo inversiones en renovación y modernización de su infraestructura de producción.
Finalmente, las esperanzas de que Rusia ingrese al cartel, o por lo menos contribuya con recortes en su producción, se frustraron plenamente. ¿Qué gana Rusia con sacrificarse si el sacrificio implícito en el recorte de cuotas corre por cuenta de los grandes productores que pertenecen a la OPEC? En la reunión, los rusos básicamente dijeron que seguirían produciendo lo que han venido produciendo, lo que según ellos es una contribución a los objetivos de la OPEC de recortar la producción. Sin duda, otro de los buenos chistes de la reunión.