El video de Oscar Iván Zuluaga con Andrés Sepúlveda, que sacó en exclusiva la revista Semana ocho días antes de las elecciones, no contiene nada ilegal y deja otro mal sabor acerca de la campaña de Santos.
No hay duda de que el pánico cunde en esa campaña. Semana, la revista dirigida por Alejandro Santos, sobrino de Juan Manuel Santos, publicó en exclusiva en su página de Internet un video en el que aparece Zuluaga durante unos minutos haciéndole unas pocas preguntas al supuesto hacker Andrés Sepúlveda. La información que según aparece en ese video le proporcionó Sepúlveda a Zuluaga es muy básica y casi toda ya conocida en círculos periodísticos y empresariales.
Nadie en Colombia, sea candidato o no lo sea, puede ser ni siquiera recriminado y mucho menos judicializado por recibir información sobre la organización narcoterrorista de las Farc. El derecho de defensa propia entra en juego. Es una estupidez de marca mayor que funcionarios del gobierno vengan con el cuento de que los ciudadanos tienen que hacerse los ciegos y los sordos con las andanzas de estos criminales.
Nadie en Colombia, sea candidato o no lo sea, puede ser ni siquiera recriminado y mucho menos judicializado por recibir información sobre la organización narcoterrorista de las Farc. El derecho de defensa propia entra en juego. Es una estupidez de marca mayor que funcionarios del gobierno vengan con el cuento de que los ciudadanos tienen que hacerse los ciegos y los sordos con las andanzas de estos criminales.
El prontuario criminal de los cabecillas al que hace referencia Sepúlveda frente a Zuluaga es una información pública. El paradero de alias Timoshenko también ha estado en boca de periodistas, así como su supuesta enfermedad. Igual con otras informaciones que se escuchan en el mencionado video.
Entre otras, todavía no han juzgado a Sepúlveda pero ya los medios lo condenaron. Unas acusaciones curiosas como el de “saboteo al proceso de paz” dejan muchas dudas sobre el estado de derecho vigente en Colombia. La juez que encarceló a Sepúlveda lo hizo dizque por “razones de seguridad nacional”. Si se habla de neo-nazismo, este tipo de acusaciones a Sepúlveda si que recuerdan a la Alemania de Hittler.
Sepúlveda tendría munición para demandar por calumnia e injuria a varios medios de comunicación. Ellos han dado por hecho, sin prueba alguna, que jaqueaba otros computadores. Ese no parece ser el caso.
Y si fuera delito en Colombia recibir información “clasificada” de la inteligencia militar o del sector judicial y usarla en provecho propio, tal como supuestamente se le achaca a Sepúlveda, el primer delincuente del país sería, ni mas ni menos, Felipe López, el dueño de la revista Semana. Este personaje es famoso por hacerse a toda clase de informaciones “confidenciales” o “secretas” obtenidas ilegalmente.
Pero el incidente de este video tiene además otras aristas. Una de ellas es hasta dónde se trató de un montaje de la campaña de Santos para enredar a Zuluaga. Si esto fue así, si la campaña de Santos se propuso grabar a Zuluaga en sus distintas reuniones, cometió un grave delito. Nada justifica que un candidato espíe al otro en sus reuniones privadas. Ni siquiera una desbordada ambición por mantenerse en el poder.
Entre otras, todavía no han juzgado a Sepúlveda pero ya los medios lo condenaron. Unas acusaciones curiosas como el de “saboteo al proceso de paz” dejan muchas dudas sobre el estado de derecho vigente en Colombia. La juez que encarceló a Sepúlveda lo hizo dizque por “razones de seguridad nacional”. Si se habla de neo-nazismo, este tipo de acusaciones a Sepúlveda si que recuerdan a la Alemania de Hittler.
Sepúlveda tendría munición para demandar por calumnia e injuria a varios medios de comunicación. Ellos han dado por hecho, sin prueba alguna, que jaqueaba otros computadores. Ese no parece ser el caso.
Y si fuera delito en Colombia recibir información “clasificada” de la inteligencia militar o del sector judicial y usarla en provecho propio, tal como supuestamente se le achaca a Sepúlveda, el primer delincuente del país sería, ni mas ni menos, Felipe López, el dueño de la revista Semana. Este personaje es famoso por hacerse a toda clase de informaciones “confidenciales” o “secretas” obtenidas ilegalmente.
Pero el incidente de este video tiene además otras aristas. Una de ellas es hasta dónde se trató de un montaje de la campaña de Santos para enredar a Zuluaga. Si esto fue así, si la campaña de Santos se propuso grabar a Zuluaga en sus distintas reuniones, cometió un grave delito. Nada justifica que un candidato espíe al otro en sus reuniones privadas. Ni siquiera una desbordada ambición por mantenerse en el poder.