La mas reciente información, la que se conoce de enero-febrero de 2015 da cuenta de una desaceleración como no se veía desde hace varios años. Así lo reporta Aaron Task de Yahoo Finance (“China’s economy: It is worse than you think”, marzo 12 de 2015). Para la muestra unos botones:
–El crecimiento interanual de la producción industrial de 6,8% es el mas débil desde que se lleva esta información a partir de 1995.
–El aumento interanual de las ventas al por menor de 10,7% es el mas bajo de los últimos 9 años.
–El incremento interanual de la inversión en activos fijos de 13,9% es el menor de los últimos 14 años.
–El crecimiento interanual del consumo de electricidad de 1,9%, después de aumentar 3,2% en 2014, es el menor de los últimos 16 años.
Como se sabe, la información estadística oficial de China hay que mirarla con cierto escepticismo, por su tendencia a sobrestimar su real dinamismo. El solo hecho que los datos oficiales muestran los mas bajos crecimientos en muchos años es un indicio de la debilidad por la que está atravesando la economía de ese país luego de un período de elevado aumento del PIB que duró desde 2010 hasta comienzos de 2014, impulsado por una burbuja de endeudamiento de empresas y gobiernos locales de significativas proporciones.
Aunque el Banco Central de China ha reducido recientemente sus tasas de interés de referencia y los requerimientos de reservas del sistema financiero, se trata de paños de agua tibia para detener lo que parece ser un aterrizaje mas fuerte de lo anticipado.
Los voceros del Banco Central han dicho que no tomarán medidas monetarias expansivas adicionales hasta no tener indicios de claros de una deflación, lo que para ellos es un descenso de la inflación al consumidor por debajo de 1%. Últimamente ha oscilado entre 1% y 2%.
Algunos analistas consideran que el menor crecimiento económico de China es resultado de la transición de una economía basada en la inversión a una en donde el consumo interno es su mayor propulsor. Pero otros piensan que lo que este menor crecimiento actual refleja es el inevitable ajuste a un ciclo de excesivo endeudamiento público y privado que llevó a la deuda total, según el McKinsey Global Institute, de 157% del PIB en 2007 a niveles cercanos a 300% del PIB actualmente.
–El crecimiento interanual de la producción industrial de 6,8% es el mas débil desde que se lleva esta información a partir de 1995.
–El aumento interanual de las ventas al por menor de 10,7% es el mas bajo de los últimos 9 años.
–El incremento interanual de la inversión en activos fijos de 13,9% es el menor de los últimos 14 años.
–El crecimiento interanual del consumo de electricidad de 1,9%, después de aumentar 3,2% en 2014, es el menor de los últimos 16 años.
Como se sabe, la información estadística oficial de China hay que mirarla con cierto escepticismo, por su tendencia a sobrestimar su real dinamismo. El solo hecho que los datos oficiales muestran los mas bajos crecimientos en muchos años es un indicio de la debilidad por la que está atravesando la economía de ese país luego de un período de elevado aumento del PIB que duró desde 2010 hasta comienzos de 2014, impulsado por una burbuja de endeudamiento de empresas y gobiernos locales de significativas proporciones.
Aunque el Banco Central de China ha reducido recientemente sus tasas de interés de referencia y los requerimientos de reservas del sistema financiero, se trata de paños de agua tibia para detener lo que parece ser un aterrizaje mas fuerte de lo anticipado.
Los voceros del Banco Central han dicho que no tomarán medidas monetarias expansivas adicionales hasta no tener indicios de claros de una deflación, lo que para ellos es un descenso de la inflación al consumidor por debajo de 1%. Últimamente ha oscilado entre 1% y 2%.
Algunos analistas consideran que el menor crecimiento económico de China es resultado de la transición de una economía basada en la inversión a una en donde el consumo interno es su mayor propulsor. Pero otros piensan que lo que este menor crecimiento actual refleja es el inevitable ajuste a un ciclo de excesivo endeudamiento público y privado que llevó a la deuda total, según el McKinsey Global Institute, de 157% del PIB en 2007 a niveles cercanos a 300% del PIB actualmente.