El problema no es que un deportista tenga problemas. El problema es que se deje empaquetar como el deportista perfecto.
Eso le sucedió al golfista Tiger Woods. Se convirtió en un icono no solamente del golf sino también para muchos aspirantes a héroes en otros deportes y en la vida cotidiana. Contribuyó como ninguno a popularizar este deporte. Se podría argumentar que gracias a Tiger el golf fue recientemente incluido en el Ciclo Olímpico. Y como suele pasar con los ídolos de cualquier deporte, alrededor de su resaltada imagen se montó toda una industria.
En el caso de Tiger su resaltada imagen era la de buen hijo, mejor esposo, muy disciplinado deportista y sobre todo, un excepcional golfista. Obviamente una imagen así está expuesta a agrietarse por varios lados. Pero pasaba el tiempo y sólo unos pocos conocían de las grietas. Para empresas vinculadas con el mundo de los deportes se había convertido en el deportista ideal para patrocinar. Para Tiger, el lujo de cobrar altísimo por cada patrocinio.
El deportista ideal es ejemplo para otras personas sobre qué comprar. Nike si se trata de zapatos deportivos, Tag Heuer si lo que se busca son relojes, Gillette si se quiere una buena afeitada, Gatorade para energizarse en medio de un juego, AT&T para comunicarse.
Ahora bien, los deportes necesitan ídolos. Atraen la atención y el interés del público hacía el respectivo deporte, y con eso llegan patrocinios, no solamente para los deportistas mismos sino para los eventos como tales. Un torneo sin Tiger no es lo mismo que un torneo con un Tiger tratando de batir el récord que impuso Jack Nicklaus de 18 majors. Y más aún, en una época de recesión en la que escasean los patrocinadores.
De manera que cuando se supo de sus 9 o 10 amantes, luego de un curioso accidente en su Cadillac, después de que aparentemente su esposa lo persiguió para pegarle con un palo de golf y una vez se supo del dictamen de un médico que lo conoce de que el problema es de adicción al sexo y a las drogas, sus patrocinadores se dieron cuenta de que habían comprado el patrocinio de una imagen muy divorciada de la realidad. Y con excepción de Nike, resolvieron suspender las campañas publicitarias en las que aparecía Tiger.
Por otro lado, la historia le ha dado varias veces la vuelta al mundo como suele suceder cuando se combina sexo con fama y fortuna. Más ruido han producido las noticias sobre Tiger que las de Bill y Monica en su momento, cuando se supo que solían reunirse en la Casa Blanca para analizar las virtudes de los puros de tabaco.
Toda clase de espontáneos le han ofrecido a Tiger consejos acerca de cómo mejorar su imagen, dentro de los cuales sobresalen los relacionados sobre la forma como debe agarrar su palo para controlarlo mejor. Muchos otros chistes se han leído y escuchado, como el comentario de uno de sus compañeros de torneo que cuando supo de las 9 amantes dijo que era la primera vez que le había visto a Tiger un resultado de 4 por encima de par.
Tiger es actualmente la búsqueda número 1 en Google. Hay quienes dudan de que el mundo del golf vaya a ser el mismo de antes. Otros sostienen que el fin del mundo “2012” se inició con el estrellón de Tiger (o de su Cadillac) en el hidrante próximo a su residencia.
Por ahora Tiger se retirará del golf para dedicarse a su familia y recomponer su vida. Se tomó unos sabáticos, quizás hasta mediados de 2010 donde volvería a las competencias del PGA Tour. En ese momento todos los ojos estarán pendientes de él. La presión para demostrar que no ha perdido su buen juego será enorme. Si después de todo lo que ha pasado su esposa Elin no lo abandona, vuelve a ganar en su reaparición y no se lo ve por ahí entreteniendo rubias, entonces, todo pasará como una mala pesadilla. Tiger volverá a rugir como si nada hubiera pasado. Y hasta los costosos patrocinios retornarán.
En el caso de Tiger su resaltada imagen era la de buen hijo, mejor esposo, muy disciplinado deportista y sobre todo, un excepcional golfista. Obviamente una imagen así está expuesta a agrietarse por varios lados. Pero pasaba el tiempo y sólo unos pocos conocían de las grietas. Para empresas vinculadas con el mundo de los deportes se había convertido en el deportista ideal para patrocinar. Para Tiger, el lujo de cobrar altísimo por cada patrocinio.
El deportista ideal es ejemplo para otras personas sobre qué comprar. Nike si se trata de zapatos deportivos, Tag Heuer si lo que se busca son relojes, Gillette si se quiere una buena afeitada, Gatorade para energizarse en medio de un juego, AT&T para comunicarse.
Ahora bien, los deportes necesitan ídolos. Atraen la atención y el interés del público hacía el respectivo deporte, y con eso llegan patrocinios, no solamente para los deportistas mismos sino para los eventos como tales. Un torneo sin Tiger no es lo mismo que un torneo con un Tiger tratando de batir el récord que impuso Jack Nicklaus de 18 majors. Y más aún, en una época de recesión en la que escasean los patrocinadores.
De manera que cuando se supo de sus 9 o 10 amantes, luego de un curioso accidente en su Cadillac, después de que aparentemente su esposa lo persiguió para pegarle con un palo de golf y una vez se supo del dictamen de un médico que lo conoce de que el problema es de adicción al sexo y a las drogas, sus patrocinadores se dieron cuenta de que habían comprado el patrocinio de una imagen muy divorciada de la realidad. Y con excepción de Nike, resolvieron suspender las campañas publicitarias en las que aparecía Tiger.
Por otro lado, la historia le ha dado varias veces la vuelta al mundo como suele suceder cuando se combina sexo con fama y fortuna. Más ruido han producido las noticias sobre Tiger que las de Bill y Monica en su momento, cuando se supo que solían reunirse en la Casa Blanca para analizar las virtudes de los puros de tabaco.
Toda clase de espontáneos le han ofrecido a Tiger consejos acerca de cómo mejorar su imagen, dentro de los cuales sobresalen los relacionados sobre la forma como debe agarrar su palo para controlarlo mejor. Muchos otros chistes se han leído y escuchado, como el comentario de uno de sus compañeros de torneo que cuando supo de las 9 amantes dijo que era la primera vez que le había visto a Tiger un resultado de 4 por encima de par.
Tiger es actualmente la búsqueda número 1 en Google. Hay quienes dudan de que el mundo del golf vaya a ser el mismo de antes. Otros sostienen que el fin del mundo “2012” se inició con el estrellón de Tiger (o de su Cadillac) en el hidrante próximo a su residencia.
Por ahora Tiger se retirará del golf para dedicarse a su familia y recomponer su vida. Se tomó unos sabáticos, quizás hasta mediados de 2010 donde volvería a las competencias del PGA Tour. En ese momento todos los ojos estarán pendientes de él. La presión para demostrar que no ha perdido su buen juego será enorme. Si después de todo lo que ha pasado su esposa Elin no lo abandona, vuelve a ganar en su reaparición y no se lo ve por ahí entreteniendo rubias, entonces, todo pasará como una mala pesadilla. Tiger volverá a rugir como si nada hubiera pasado. Y hasta los costosos patrocinios retornarán.
Este final feliz será difícil. Se basa en tratar de reconstruir una imagen. Pero, ¿cuál imagen? Esa es una pregunta que sólo Tiger puede responder. Para los aficionados, bienvenida sea cualquier imagen, pero una que se ajuste en algo a la realidad.