Solicitó una línea de crédito de US$47.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) y otra de US$30.000 millones a la Reserva Federal de Estados Unidos.

 

Se trata de líneas “preventivas”, que estarán disponibles para ser utilizadas solamente en el caso de emergencia. La diferencia con solicitudes del pasado, es que ellas fueron hechas cuando se habían agotado las reservas internacionales y el país sufría de agudos desequilibrios macroeconómicos. Pero en la actualidad México cuenta con reservas internacionales superiores a US$85.000 millones y últimamente ha implementado políticas macroeconómicas responsables.

Con la obtención de estas líneas, México busca ante todo apoyar sus políticas contra cíclicas y aumentar la confianza de los inversionistas en el futuro económico del país, en medio de un muy adverso entorno internacional. Dos eventuales impactos serán el fortalecimiento del peso y el despeje de dudas acerca de posibles faltantes presupuestales en 2010.

Desde el comienzo de la crisis económica global se ha presentado una alta demanda por los préstamos tradicionales del FMI. A partir de octubre de 2008 esta entidad ha desembolsado US$55.000 millones. Solamente en noviembre de 2008 los préstamos ascendieron a $41.800 millones, en lo que ha sido catalogado como el mes más congestionado en los 60 años de historia del FMI.

Según algunos analistas, la solicitud de México podría señalarle el camino a otros países de la región, como por ejemplo Perú y Colombia.