Los primeros indicios apuntan a que el gobierno de Dilma Rousseff será más pragmático en relaciones exteriores que el de Luiz Inacio Lula da Silva.
Es evidente, por ejemplo, que las muy cálidas relaciones que existían entre Lula y el Presidente de Venezuela Hugo Chávez no serán las mismas con Rousseff. Chávez parece haberse dado por enterado y fue así como abandonó antes de lo anticipado la ceremonia de posesión de Rousseff, cancelando una reunión con la Presidenta programada para el día siguiente.
Si bien lo anterior no significa que Brasil dejará de considerar a Venezuela como país importante en sus relaciones, es difícil que se repita el escenario de periódicas y emocionales reuniones entre los mandatarios de ambos países que fuera la norma durante el gobierno de Lula. Lo más probable es que con Rousseff Brasil se cuidará de involucrarse en pequeñas disputas regionales que no son de su directa incumbencia, tal como sucedió en el caso de Honduras.
También es posible que con Rousseff mejoren las relaciones con Estados Unidos. Se han programado viajes iniciales a Argentina, Estados Unidos y China.
Según el diario argentino La Nación, el nuevo Canciller Antonio Patriota es menos frontal y directo que su antecesor Celso Amorin y podría desarrollar “un tono más templado”. El diario cita a Roberto Abdenur, ex embajador de Brasil en Estados Unidos: “Creo que habrá más sobriedad, más moderación y que Patriota estará menos inclinado a alzar banderas ideológicas”.
Esto último lo dijo Abdenur refiriéndose al polémico acercamiento de Brasil con Irán y a los estrechos vínculos que tuvo Lula con los presidentes de Venezuela y Cuba sin cuestionar los reiterados abusos a la democracia y a los derechos humanos en esos países.
Si bien lo anterior no significa que Brasil dejará de considerar a Venezuela como país importante en sus relaciones, es difícil que se repita el escenario de periódicas y emocionales reuniones entre los mandatarios de ambos países que fuera la norma durante el gobierno de Lula. Lo más probable es que con Rousseff Brasil se cuidará de involucrarse en pequeñas disputas regionales que no son de su directa incumbencia, tal como sucedió en el caso de Honduras.
También es posible que con Rousseff mejoren las relaciones con Estados Unidos. Se han programado viajes iniciales a Argentina, Estados Unidos y China.
Según el diario argentino La Nación, el nuevo Canciller Antonio Patriota es menos frontal y directo que su antecesor Celso Amorin y podría desarrollar “un tono más templado”. El diario cita a Roberto Abdenur, ex embajador de Brasil en Estados Unidos: “Creo que habrá más sobriedad, más moderación y que Patriota estará menos inclinado a alzar banderas ideológicas”.
Esto último lo dijo Abdenur refiriéndose al polémico acercamiento de Brasil con Irán y a los estrechos vínculos que tuvo Lula con los presidentes de Venezuela y Cuba sin cuestionar los reiterados abusos a la democracia y a los derechos humanos en esos países.