El centro delantero del Atlético de Madrid resolvió jugar con la selección de España en lugar de la selección de Brasil. Rayos y centellas le cayeron encima.
Después de esta decisión, que es consecuente con lo que España le ha aportado a su carrera deportiva, y que está en su derecho de tomar por la doble nacionalidad que posee, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) le pidió al gobierno de su país que le retire a Costa la nacionalidad y el pasaporte del país donde nació y que además sea declarado “persona non grata”.
¿Qué se creen estos dirigentes deportivos brasileños para atropellar de esta manera los derechos inalienables de un ciudadano de su país? La doble nacionalidad es la doble nacionalidad. Quien la posee puede decidir jugar un deporte con la bandera de cualquiera de los dos países de su nacionalidad. Si es convocado por ambos, como en el caso de Diego Costa, puede libremente decidir por quién juega.
Es esta libertad de decidir sobre el futuro de su trabajo profesional la que la CBF pide descaradamente que se coarte. Es inaudito que las autoridades deportivas del país sede del próximo Mundial de Fútbol promuevan el fanatismo nacionalista. Parece que se les olvidó que el fútbol es apenas un deporte. Pero además, con este tipo de actitudes ponen en peligro hasta la integridad física de Costa, pues se sabe de lo fácil que es prender la mecha de la irracionalidad entre los hinchas de este deporte.
¿Qué se creen estos dirigentes deportivos brasileños para atropellar de esta manera los derechos inalienables de un ciudadano de su país? La doble nacionalidad es la doble nacionalidad. Quien la posee puede decidir jugar un deporte con la bandera de cualquiera de los dos países de su nacionalidad. Si es convocado por ambos, como en el caso de Diego Costa, puede libremente decidir por quién juega.
Es esta libertad de decidir sobre el futuro de su trabajo profesional la que la CBF pide descaradamente que se coarte. Es inaudito que las autoridades deportivas del país sede del próximo Mundial de Fútbol promuevan el fanatismo nacionalista. Parece que se les olvidó que el fútbol es apenas un deporte. Pero además, con este tipo de actitudes ponen en peligro hasta la integridad física de Costa, pues se sabe de lo fácil que es prender la mecha de la irracionalidad entre los hinchas de este deporte.