Su lucha por la democracia y la libertad los enaltece. Abriéndose paso frente a dificultades y adversidades es que se forjan los verdaderos líderes.
Hugo Chávez está desconcertado frente al movimiento estudiantil de Venezuela. No sabe cómo reprimirlo. Utiliza la fuerza bruta, la censura, los insultos, los encarcelamientos, pero el movimiento no se apaga. Al contrario, su llama se enciende aún con más fuerza.
De los estudiantes salió aquello de “Chávez está ponchao”. Y efectivamente Chávez está ponchao y seguirá ponchao por su demostrada ineptitud para gobernar. Pero la protesta estudiantil va más allá. Chávez está ponchao porque pretende robarse el futuro de los venezolanos y especialmente, el de la juventud.
El futuro que promete Chávez es la dictadura de un mediocre intolerante con todo aquello que sobresale, con lo que lo supera, con lo que se le escapa a su limitada y estrecha comprensión. Y eso lo saben los estudiantes.
Hugo Chávez, pretende gobernar coartando todas las libertades básicas, las de la política, las de la justicia, las de la economía, y las de la expresión. Sólo se siente a gusto con quien lo aplaude y lo adula. Está pincelado a la imagen y semejanza de los dictadores latinoamericanos de la mitad del Siglo XX. Y eso lo saben los estudiantes.
Los estudiantes venezolanos saben que Chávez es un ladrón de futuros. Su visión está anclada en un pasado que nunca fue, y que cuando intentó serlo fue desechado por inservible e insufrible. Y eso lo saben los estudiantes.
No la tienen fácil los estudiantes venezolanos. Su lucha contra el ladrón de futuros será sin cuartel. Pero esa lucha tiene una contraprestación. Es la que hace a los líderes. Y Venezuela necesita un liderazgo que la conduzca a la modernidad. Que le administre su riqueza. Que la eleve en todo. Un liderazgo, en fin, que la haga renacer y florecer.
Y en eso están comprometidos estos estudiantes de Venezuela.
De los estudiantes salió aquello de “Chávez está ponchao”. Y efectivamente Chávez está ponchao y seguirá ponchao por su demostrada ineptitud para gobernar. Pero la protesta estudiantil va más allá. Chávez está ponchao porque pretende robarse el futuro de los venezolanos y especialmente, el de la juventud.
El futuro que promete Chávez es la dictadura de un mediocre intolerante con todo aquello que sobresale, con lo que lo supera, con lo que se le escapa a su limitada y estrecha comprensión. Y eso lo saben los estudiantes.
Hugo Chávez, pretende gobernar coartando todas las libertades básicas, las de la política, las de la justicia, las de la economía, y las de la expresión. Sólo se siente a gusto con quien lo aplaude y lo adula. Está pincelado a la imagen y semejanza de los dictadores latinoamericanos de la mitad del Siglo XX. Y eso lo saben los estudiantes.
Los estudiantes venezolanos saben que Chávez es un ladrón de futuros. Su visión está anclada en un pasado que nunca fue, y que cuando intentó serlo fue desechado por inservible e insufrible. Y eso lo saben los estudiantes.
No la tienen fácil los estudiantes venezolanos. Su lucha contra el ladrón de futuros será sin cuartel. Pero esa lucha tiene una contraprestación. Es la que hace a los líderes. Y Venezuela necesita un liderazgo que la conduzca a la modernidad. Que le administre su riqueza. Que la eleve en todo. Un liderazgo, en fin, que la haga renacer y florecer.
Y en eso están comprometidos estos estudiantes de Venezuela.