El problema que más preocupa a los ticos es el de la inseguridad. El nuevo gobierno que se posesionará en 2010 deberá tomar cartas en el asunto.
Según una encuesta realizada por Unimer y La Nación, un 25% de los ticos considera que la falta de seguridad es el principal problema del país, seguido del desempleo con el 17%, el alto costo de la vida 14%, la economía 9%, y la adicción a las drogas 9%. La encuesta fue realizada en la segunda semana de septiembre de 2009.
Hace poco el gobierno de Estados Unidos, dentro de la Iniciativa Mérida de lucha contra el narcotráfico, le donó a Costa Rica US$1 millón para fortalecer su fuerza policial. A comienzos de 2009 ya había recibido otra donación de US$4.3 millones para los mismos fines. Sin embargo, la mayor parte de los recursos de la Iniciativa Mérida, que ascienden a US$465 millones, se destinan a México.
Obviamente estos recursos externos que ha recibido Costa Rica no son nada frente a la magnitud del problema. De tiempo atrás, los distintos gobiernos de ese país han adoptado una actitud complaciente al respecto. Costa Rica no tiene fuerzas militares y sus fuerzas policiales no disponen de los medios ni de la preparación para enfrentar a las distintas organizaciones delincuenciales que tienen en ascuas al país. Hasta las casas de los ministros han sido asaltadas, sin que se capture a los responsables.
La impunidad es a todos los niveles. La policía es inefectiva y el sistema judicial inoperante. Hasta tanto los gobernantes de Costa Rica no acepten, con una mínima dosis de humildad, que se trata de un gravísimo problema que se les salió de las manos, y no le proporcionen a las fuerzas policiales y a los jueces el apoyo necesario en recursos e instrumentos, no habrá luz al final del túnel. Conformar un cuerpo policial y judicial con personal idóneo para combatir una delincuencia rampante toma años y requiere de modificaciones en el código penal, así como de calificadas asesorías externas. No hay tiempo que perder.
Hace poco el gobierno de Estados Unidos, dentro de la Iniciativa Mérida de lucha contra el narcotráfico, le donó a Costa Rica US$1 millón para fortalecer su fuerza policial. A comienzos de 2009 ya había recibido otra donación de US$4.3 millones para los mismos fines. Sin embargo, la mayor parte de los recursos de la Iniciativa Mérida, que ascienden a US$465 millones, se destinan a México.
Obviamente estos recursos externos que ha recibido Costa Rica no son nada frente a la magnitud del problema. De tiempo atrás, los distintos gobiernos de ese país han adoptado una actitud complaciente al respecto. Costa Rica no tiene fuerzas militares y sus fuerzas policiales no disponen de los medios ni de la preparación para enfrentar a las distintas organizaciones delincuenciales que tienen en ascuas al país. Hasta las casas de los ministros han sido asaltadas, sin que se capture a los responsables.
La impunidad es a todos los niveles. La policía es inefectiva y el sistema judicial inoperante. Hasta tanto los gobernantes de Costa Rica no acepten, con una mínima dosis de humildad, que se trata de un gravísimo problema que se les salió de las manos, y no le proporcionen a las fuerzas policiales y a los jueces el apoyo necesario en recursos e instrumentos, no habrá luz al final del túnel. Conformar un cuerpo policial y judicial con personal idóneo para combatir una delincuencia rampante toma años y requiere de modificaciones en el código penal, así como de calificadas asesorías externas. No hay tiempo que perder.