En diciembre de 2012 las ventas minoristas aumentaron 3,3% frente a igual mes del año anterior. Año completo la variación anual fue de 3%.
En realidad el crecimiento de estas ventas en el último trimestre del año pasado (3,2%) fue superior al del tercero y segundo trimestres (1,4% y 0,7%, respectivamente).
Por otro lado, en diciembre hubo solamente dos sectores que se destacaron. Uno de ellos fue equipo de informática cuyas ventas se incrementaron en 24%. El otro fue vehículos automotores y motocicletas que repuntó en relación con meses anteriores y registró un aumento de 5,6%. Los demás sectores –con excepción de productos de aseo personal y cosméticos (5,7%), calzado y artículos de cuero, productos aseo hogar (4%), y ferretería y pinturas (3,5%)– o bien crecieron por debajo del promedio o sus ventas cayeron.
El comportamiento de 2012 refleja una moderación del consumo interno luego de aumentos significativos durante los dos años anteriores. Sin duda las recientes reducciones en las tasas de interés por parte del Banco de la República contribuirán en algo a reanimar el comercio minorista. La fortaleza del peso es otro factor positivo para el sector, siempre y cuando el gobierno no obstaculice con aranceles exagerados y trabas a la importación en ciertos sectores específicos como en el caso de textiles y confecciones.
Sin embargo, es claro que la economía colombiana se “enfrió” a partir del segundo trimestre de 2012 como resultado de la desaceleración de la economía global y de un retraimiento tanto de las exportaciones como de las importaciones, así como de la inoperancia de un sector público que no ejecuta.
Pero además no debe perderse de vista que, contrario a lo que insinúa la Junta Directiva del Banco de la República, la cartera de crédito de consumo está actualmente en niveles superiores a los de la crisis de 2008-2009 (10,7% del PIB frente a 8,4% del PIB), al igual que la cartera total del sistema financiero (37,6% del PIB frente a 30,6% del PIB). De manera que resulta un tanto exagerado el optimismo de la Junta con respecto al margen disponible para reactivar el consumo y la actividad productiva a base de un mayor endeudamiento.
Por otro lado, en diciembre hubo solamente dos sectores que se destacaron. Uno de ellos fue equipo de informática cuyas ventas se incrementaron en 24%. El otro fue vehículos automotores y motocicletas que repuntó en relación con meses anteriores y registró un aumento de 5,6%. Los demás sectores –con excepción de productos de aseo personal y cosméticos (5,7%), calzado y artículos de cuero, productos aseo hogar (4%), y ferretería y pinturas (3,5%)– o bien crecieron por debajo del promedio o sus ventas cayeron.
El comportamiento de 2012 refleja una moderación del consumo interno luego de aumentos significativos durante los dos años anteriores. Sin duda las recientes reducciones en las tasas de interés por parte del Banco de la República contribuirán en algo a reanimar el comercio minorista. La fortaleza del peso es otro factor positivo para el sector, siempre y cuando el gobierno no obstaculice con aranceles exagerados y trabas a la importación en ciertos sectores específicos como en el caso de textiles y confecciones.
Sin embargo, es claro que la economía colombiana se “enfrió” a partir del segundo trimestre de 2012 como resultado de la desaceleración de la economía global y de un retraimiento tanto de las exportaciones como de las importaciones, así como de la inoperancia de un sector público que no ejecuta.
Pero además no debe perderse de vista que, contrario a lo que insinúa la Junta Directiva del Banco de la República, la cartera de crédito de consumo está actualmente en niveles superiores a los de la crisis de 2008-2009 (10,7% del PIB frente a 8,4% del PIB), al igual que la cartera total del sistema financiero (37,6% del PIB frente a 30,6% del PIB). De manera que resulta un tanto exagerado el optimismo de la Junta con respecto al margen disponible para reactivar el consumo y la actividad productiva a base de un mayor endeudamiento.