El gobierno de Colombia ha realizado múltiples campañas institucionales de promoción turística. La última es buena en muchos aspectos, pero adolece del mismo gran vacío de las anteriores.
La más reciente campaña del Fondo de Promoción Turística, adscrito a Proexport Colombia, tiene por lema “Colombia, el riesgo es que te quieras quedar”. Este lema dice más que el anterior de “Colombia es pasión”. Con base en este lema se produjo un video de publicidad que se han mostrado en cadenas internacionales de televisión como CNN. Un esfuerzo loable, excepto por un gran vacío que vuelve a repetirse.
El gran vacío consiste en que en esas campañas se desconoce casi por completo el hecho de que Colombia es un país de grandes ciudades. Siempre se presenta a Colombia como un país pastoril, pletórico de hermosa naturaleza. Y es cierto que hay innumerables lugares bellos en este país. Pero, no menos importante es el hecho de que Colombia, en las últimas décadas, ha pasado de ser un país rural y es actualmente un país urbano. Con ciudades que tienen mucho que ofrecerle al turista extranjero.
Este punto es crucial por el inmenso desconocimiento que existe en el resto del mundo sobre Colombia. La imagen que prevalece es que se trata de un país básicamente rural, azotado por problemas de violencia típicamente rural y que sólo produce bienes primarios, incluido el cultivo de coca. Casi nadie sabe que Colombia es el país más industrial de la región y el que tiene el mayor número de centros urbanos importantes. La primera sorpresa para cualquier extranjero que llega por primera vez a Colombia es el tamaño y la belleza de sus ciudades. Y que esas ciudades son relativamente seguras, igual o más que la de países donde no se habla de violencia.
Nadie desconoce la dificultad de expresar en un video o en un folleto de promoción turística lo que es un país grande y complejo como Colombia. Pero, de alguna manera, lo primero de lo primero es decirle a la gente que Colombia es eso, un país grande. Lo segundo que es un país de grandes centros urbanos y con una estructura económica altamente diversificada. Y lo tercero que, efectivamente, es privilegiada en cuanto a naturaleza se refiere.
El gran vacío consiste en que en esas campañas se desconoce casi por completo el hecho de que Colombia es un país de grandes ciudades. Siempre se presenta a Colombia como un país pastoril, pletórico de hermosa naturaleza. Y es cierto que hay innumerables lugares bellos en este país. Pero, no menos importante es el hecho de que Colombia, en las últimas décadas, ha pasado de ser un país rural y es actualmente un país urbano. Con ciudades que tienen mucho que ofrecerle al turista extranjero.
Este punto es crucial por el inmenso desconocimiento que existe en el resto del mundo sobre Colombia. La imagen que prevalece es que se trata de un país básicamente rural, azotado por problemas de violencia típicamente rural y que sólo produce bienes primarios, incluido el cultivo de coca. Casi nadie sabe que Colombia es el país más industrial de la región y el que tiene el mayor número de centros urbanos importantes. La primera sorpresa para cualquier extranjero que llega por primera vez a Colombia es el tamaño y la belleza de sus ciudades. Y que esas ciudades son relativamente seguras, igual o más que la de países donde no se habla de violencia.
Nadie desconoce la dificultad de expresar en un video o en un folleto de promoción turística lo que es un país grande y complejo como Colombia. Pero, de alguna manera, lo primero de lo primero es decirle a la gente que Colombia es eso, un país grande. Lo segundo que es un país de grandes centros urbanos y con una estructura económica altamente diversificada. Y lo tercero que, efectivamente, es privilegiada en cuanto a naturaleza se refiere.