En los últimos días el peso recibió un impulso, adicional a otros, con la subida de calificación riesgo país por parte de Standard & Poor’s.
Esta calificación quedó en BB+ con perspectiva positiva, apenas un nivel inferior a la de grado de inversión. Antes la calificación era la misma pero con perspectiva estable. El mínimo grado para tener grado de inversión es BBB-.
A julio 12 de 2010 la tasa representativa de cambio se situó en 1.877 pesos por dólar, una valorización de 10,2% en los últimos doce meses y su valor más alto en lo que va corrido del año. Según Bloomberg, el peso es la moneda de más alta valorización reciente entre todas las monedas sobre las cuales lleva registro.
La fortaleza del dólar ha estado acompañada de un aumento de las reservas internacionales por parte del Banco de la República. A julio 2 de 2010, esas reservas internacionales ascendían a $26.520 millones, US$1.019 más que hace tres meses, y US$2.698 millones más que hace un año.
La fuerza del peso colombiano es tal que el gobierno colombiano decidió colocar el equivalente a US$500 millones en bonos en pesos con vencimiento a 2021 en los mercados internacionales. En abril 7 ya había colocado US$700 millones de estos llamados Global TES.
Con los recursos de la nueva colocación, y otros US$500 millones que se obtendrían de entidades multilaterales, se reemplazaría los faltantes producidos por la decisión de no vender la participación mayoritaria del gobierno nacional en Isagen.
Son varias las causas de la fortaleza del peso, entre las cuales merecen destacarse las siguientes: 1) Las excelentes perspectivas relacionadas con la producción y exportación de petróleo, carbón y oro; 2) las expectativas de flujos crecientes de inversión extranjera directa; 3) la confianza que inspira el nuevo gobierno de Juan Manuel Santos; 4) la debilidad del dólar y del euro; y 5) la reducida inflación y las tendencias positivas relacionadas con la reactivación de la economía.
Quizás el eslabón más débil de la política macroeconómica sea el déficit del gobierno nacional, el cual se calcula que alcanzará este año 4% del PIB. Sin embargo, un más elevado crecimiento económico al anticipado y una creciente producción y exportación de petróleo, contribuirán a su reducción a un relativo corto plazo.
Además, fue muy bien recibido por los mercados internacionales los anuncios sobre la creación por parte del gobierno nacional de un fondo de estabilización para ahorrar parte de los excedentes fiscales que generaría una eventual bonanza en los frentes petrolero y mineros. Con todo, antes de hablar de estos excedentes y de su eventual capitalización en un fondo, es necesario que el gobierno nacional haga claridad sobre cuál es su cronograma de recorte del actual alto déficit fiscal.
A julio 12 de 2010 la tasa representativa de cambio se situó en 1.877 pesos por dólar, una valorización de 10,2% en los últimos doce meses y su valor más alto en lo que va corrido del año. Según Bloomberg, el peso es la moneda de más alta valorización reciente entre todas las monedas sobre las cuales lleva registro.
La fortaleza del dólar ha estado acompañada de un aumento de las reservas internacionales por parte del Banco de la República. A julio 2 de 2010, esas reservas internacionales ascendían a $26.520 millones, US$1.019 más que hace tres meses, y US$2.698 millones más que hace un año.
La fuerza del peso colombiano es tal que el gobierno colombiano decidió colocar el equivalente a US$500 millones en bonos en pesos con vencimiento a 2021 en los mercados internacionales. En abril 7 ya había colocado US$700 millones de estos llamados Global TES.
Con los recursos de la nueva colocación, y otros US$500 millones que se obtendrían de entidades multilaterales, se reemplazaría los faltantes producidos por la decisión de no vender la participación mayoritaria del gobierno nacional en Isagen.
Son varias las causas de la fortaleza del peso, entre las cuales merecen destacarse las siguientes: 1) Las excelentes perspectivas relacionadas con la producción y exportación de petróleo, carbón y oro; 2) las expectativas de flujos crecientes de inversión extranjera directa; 3) la confianza que inspira el nuevo gobierno de Juan Manuel Santos; 4) la debilidad del dólar y del euro; y 5) la reducida inflación y las tendencias positivas relacionadas con la reactivación de la economía.
Quizás el eslabón más débil de la política macroeconómica sea el déficit del gobierno nacional, el cual se calcula que alcanzará este año 4% del PIB. Sin embargo, un más elevado crecimiento económico al anticipado y una creciente producción y exportación de petróleo, contribuirán a su reducción a un relativo corto plazo.
Además, fue muy bien recibido por los mercados internacionales los anuncios sobre la creación por parte del gobierno nacional de un fondo de estabilización para ahorrar parte de los excedentes fiscales que generaría una eventual bonanza en los frentes petrolero y mineros. Con todo, antes de hablar de estos excedentes y de su eventual capitalización en un fondo, es necesario que el gobierno nacional haga claridad sobre cuál es su cronograma de recorte del actual alto déficit fiscal.