El gobierno se ha quedado sin reservas internacionales para defender una tasa de cambio irreal. En enero de 2013 la devaluación del peso oficial ha sido cercana a 23%.
El dólar oficial superó 8 pesos dólar, en tanto que el dólar negro o “blue” llegó a 13 pesos por dólar. Mientras se cae el escaparate, la dueña de la tienda, Cristina Fernández de Kirchner, se hace la de la vista gorda y se aísla cada vez mas.
Argentina es un país que resolvió no pagar su deuda pública externa. Esa decisión unilateral y arbitraria le representó, en mas de una década, “ahorros” por el no pago del principal de la deuda de unos US$80.000 millones. Pues ese “ahorro” se esfumó al cabo del tiempo. Las reservas internacionales, que eran US$52.000 millones en 2011 cayeron a 29.000 millones a comienzos de 2014, un nivel no muy lejano al de antes de la crisis de 2001.
A lo anterior se agrega un déficit fiscal que se estima cercano a 5% del PIB y una inflación que está por los lados del 25% anual. Pero lo mas grave es que no se ve la luz al final del túnel. Las actuales autoridades económicas, en lugar de enderezar la situación con medidas correctivas serias, se han especializado en usar cortinas de humo y expedir decretos que no son mas que pañitos de agua tibia.
No hay ninguna credibilidad en la política económica. Lo único cierto en medio del surrealismo que caracteriza a esa política es el creciente valor del dólar y el empobrecimiento progresivo de los argentinos que ganan y ahorran en pesos, que son la mayoría y dentro de los cuales están los mas vulnerables y necesitados.
Argentina es un país que resolvió no pagar su deuda pública externa. Esa decisión unilateral y arbitraria le representó, en mas de una década, “ahorros” por el no pago del principal de la deuda de unos US$80.000 millones. Pues ese “ahorro” se esfumó al cabo del tiempo. Las reservas internacionales, que eran US$52.000 millones en 2011 cayeron a 29.000 millones a comienzos de 2014, un nivel no muy lejano al de antes de la crisis de 2001.
A lo anterior se agrega un déficit fiscal que se estima cercano a 5% del PIB y una inflación que está por los lados del 25% anual. Pero lo mas grave es que no se ve la luz al final del túnel. Las actuales autoridades económicas, en lugar de enderezar la situación con medidas correctivas serias, se han especializado en usar cortinas de humo y expedir decretos que no son mas que pañitos de agua tibia.
No hay ninguna credibilidad en la política económica. Lo único cierto en medio del surrealismo que caracteriza a esa política es el creciente valor del dólar y el empobrecimiento progresivo de los argentinos que ganan y ahorran en pesos, que son la mayoría y dentro de los cuales están los mas vulnerables y necesitados.