Se retracta de su anuncio de mayo de 2013 según el cual iba a eliminar gradualmente a partir de septiembre a mas tardar su programa de compra de activos financieros.
En aquella ocasión, en mayo, el solo anuncio de un eventual final de su intervención en el mercado de hipotecas ocasionó toda suerte de remezones en los mercados internacionales. Era un augurio de que la época de una laxitud monetaria sin precedentes estaba llegando a su final y de que se aproximaba un “apretón” de la liquidez en Estados Unidos, y por reflejo en el resto del planeta, caracterizado por un aumento en las tasas de interés y un fortalecimiento del dólar.
Este solo anuncio de mayo produjo la caída de las bolsas de los países emergentes y la devaluación de sus monedas, así como el descenso de los precios internacionales de los productos básicos. Después de la desaceleración económica que empezó en 2012 era el puntillazo final al boom de estas economías.
Como sea, el hecho fue que en la reunión de mediados de septiembre la FED resolvió mantener inalterado su programa de compra de activos financieros. Las bolsas celebraron y el dólar se debilitó frente al euro y las monedas de países emergentes. Algunos le sacaron en cara a su director Ben Bernanke que su credibilidad quedó por los suelos al incumplir con lo que anunció que haría. Que continuaba siendo fiel al principio agustiniano que lo ha caracterizado: hágame casto, pero no todavía.
Pero si no todavía entonces, ¿cuándo? Ningún nuevo anuncio por ahora excepto que considerará aumentar las tasas de interés si el desempleo cae a 6,5% (en agosto era 7,3%). Y, ¿la reducción de sus compras de activos financieros? Pues ahí queda pendiente como una especie de espada de Damocles.
En realidad todo parece indicar que la FED pospuso cualquier decisión sobre este particular hasta la aprobación del presupuesto del gobierno federal de 2014. Este presupuesto debía ser aprobado a finales de septiembre pero todavía no hay indicios de que ello sucederá. El Presidente Barack Obama y la Cámara de Representantes en manos de los Republicanos están enfrentados, tal como lo han estado en ocasiones anteriores cuando de dineros públicos se trata.
Seguramente la FED consideró que en medio de este factor de incertidumbre no era conveniente validar su anuncio de mayo. Además, Bernanke está de salida y es grande la tentación de dejarle todo el peso de la decisión al sucesor.
Este solo anuncio de mayo produjo la caída de las bolsas de los países emergentes y la devaluación de sus monedas, así como el descenso de los precios internacionales de los productos básicos. Después de la desaceleración económica que empezó en 2012 era el puntillazo final al boom de estas economías.
Como sea, el hecho fue que en la reunión de mediados de septiembre la FED resolvió mantener inalterado su programa de compra de activos financieros. Las bolsas celebraron y el dólar se debilitó frente al euro y las monedas de países emergentes. Algunos le sacaron en cara a su director Ben Bernanke que su credibilidad quedó por los suelos al incumplir con lo que anunció que haría. Que continuaba siendo fiel al principio agustiniano que lo ha caracterizado: hágame casto, pero no todavía.
Pero si no todavía entonces, ¿cuándo? Ningún nuevo anuncio por ahora excepto que considerará aumentar las tasas de interés si el desempleo cae a 6,5% (en agosto era 7,3%). Y, ¿la reducción de sus compras de activos financieros? Pues ahí queda pendiente como una especie de espada de Damocles.
En realidad todo parece indicar que la FED pospuso cualquier decisión sobre este particular hasta la aprobación del presupuesto del gobierno federal de 2014. Este presupuesto debía ser aprobado a finales de septiembre pero todavía no hay indicios de que ello sucederá. El Presidente Barack Obama y la Cámara de Representantes en manos de los Republicanos están enfrentados, tal como lo han estado en ocasiones anteriores cuando de dineros públicos se trata.
Seguramente la FED consideró que en medio de este factor de incertidumbre no era conveniente validar su anuncio de mayo. Además, Bernanke está de salida y es grande la tentación de dejarle todo el peso de la decisión al sucesor.
Con todo, no hay que hacerse ilusiones en relación con el cercano futuro. No se debe perder de vista que la FED actualmente posee US$3.4 trillones en bonos y que se ahogaría en pérdidas con los eventuales aumentos de las tasas de interés. De hecho, estas tasas ya se han incrementado en 140 puntos básicos desde el anuncio de mayo. La política de emitir Tesoros a granel y comprar activos financieros a la lata se ha aproximado a un extremo de insostenibilidad por su magnitud.
De manera que entre mas postergue la FED su decisión mas se reducirá el muy escaso campo de maniobra que todavía posee para normalizar la política monetaria de Estados Unidos. En medio del júbilo de las barras, mas basura se metió debajo de la alfombra, pero el hecho de que no la veamos no quiere decir que haya desaparecido y que la limpieza no sea cada vez mas complicada de hacer.
De manera que entre mas postergue la FED su decisión mas se reducirá el muy escaso campo de maniobra que todavía posee para normalizar la política monetaria de Estados Unidos. En medio del júbilo de las barras, mas basura se metió debajo de la alfombra, pero el hecho de que no la veamos no quiere decir que haya desaparecido y que la limpieza no sea cada vez mas complicada de hacer.