Resolvió que comprará con emisión el equivalente a US$600 billones de Tesoros y contribuir así a cubrir el déficit del gobierno federal.
La medida, dirigida a estimular una declinante economía, produjo de inmediato el efecto de una caída del dólar y aumentos en los precios de las acciones, petróleo y oro, todos a la vez.
Algunos interpretaron la medida de la FED como un salvavidas a Barack Obama, antes de la toma de posesión de la Cámara por parte de los envalentonados Republicanos, los mismos que sostienen que la voluntad del pueblo quedó muy claramente expresada en las pasadas elecciones.
El nuevo líder de la Cámara a partir de finales de enero de 2011, el Republicano John Boehner, dijo que su prioridad número uno era el repudio a la reforma de salud. Y después, los recortes al gasto del gobierno federal y la reducción de impuestos.
(Preguntado sobre cuáles eran los temas específicos en los que los Republicanos de la Cámara podrían ponerse de acuerdo con la administración Obama, aparte del apoyo a la Guerra de Afganistán, Boehner mencionó sólo uno: los TLC con Colombia, Panamá y Corea. La mención por país fue en el mismo orden con que los presentó la administración de George W. Bush. No dijo que hubieren otros temas de interés inmediato, al menos por ahora).
De manera que la compra de Bonos del Tesoro por parte de la FED compensaría por unos meses la no aprobación de aumentos en impuestos, y poder así seguir financiando el ambicioso programa de gasto público de la administración Obama.
Pero quizás la razón más poderosa detrás de la menor demanda por estos Tesoros es la ausencia de compradores. Otros gobiernos que compran Tesoros, tales como China, India, Japón (y el resto del mundo), así como inversionistas institucionales, han tomado la decisión estratégica de reducir su exposición en Tesoros e incrementar la que poseen en oro, y acciones y bonos en otras monedas. Es cada vez menor su confianza en el dólar.
El anuncio de la compra por parte de la FED de US$600 billones de Tesoros se traducirá en un debilitamiento adicional del dólar frente a monedas de países mejor administrados. Incluso han vuelto ha manifestarse quienes insisten que le queda poco tiempo a la supremacía del dólar como moneda reserva del planeta. Esa responsabilidad hay que merecerla.
Con una política fiscal irresponsable, con altos déficit comerciales, con un tratamiento tributario no competitivo a sus empresas, será inevitable que la población de Estados Unidos continúe perdiendo poder de compra frente al resto del mundo.
Algunos interpretaron la medida de la FED como un salvavidas a Barack Obama, antes de la toma de posesión de la Cámara por parte de los envalentonados Republicanos, los mismos que sostienen que la voluntad del pueblo quedó muy claramente expresada en las pasadas elecciones.
El nuevo líder de la Cámara a partir de finales de enero de 2011, el Republicano John Boehner, dijo que su prioridad número uno era el repudio a la reforma de salud. Y después, los recortes al gasto del gobierno federal y la reducción de impuestos.
(Preguntado sobre cuáles eran los temas específicos en los que los Republicanos de la Cámara podrían ponerse de acuerdo con la administración Obama, aparte del apoyo a la Guerra de Afganistán, Boehner mencionó sólo uno: los TLC con Colombia, Panamá y Corea. La mención por país fue en el mismo orden con que los presentó la administración de George W. Bush. No dijo que hubieren otros temas de interés inmediato, al menos por ahora).
De manera que la compra de Bonos del Tesoro por parte de la FED compensaría por unos meses la no aprobación de aumentos en impuestos, y poder así seguir financiando el ambicioso programa de gasto público de la administración Obama.
Pero quizás la razón más poderosa detrás de la menor demanda por estos Tesoros es la ausencia de compradores. Otros gobiernos que compran Tesoros, tales como China, India, Japón (y el resto del mundo), así como inversionistas institucionales, han tomado la decisión estratégica de reducir su exposición en Tesoros e incrementar la que poseen en oro, y acciones y bonos en otras monedas. Es cada vez menor su confianza en el dólar.
El anuncio de la compra por parte de la FED de US$600 billones de Tesoros se traducirá en un debilitamiento adicional del dólar frente a monedas de países mejor administrados. Incluso han vuelto ha manifestarse quienes insisten que le queda poco tiempo a la supremacía del dólar como moneda reserva del planeta. Esa responsabilidad hay que merecerla.
Con una política fiscal irresponsable, con altos déficit comerciales, con un tratamiento tributario no competitivo a sus empresas, será inevitable que la población de Estados Unidos continúe perdiendo poder de compra frente al resto del mundo.