El presupuesto del ejercicio fiscal 2011–2012 mantiene un estricto control sobre el gasto público, a la vez que aumenta los impuestos indirectos y reduce los directos.
El aumento del IVA fue de 17,5% a 20%, mientras que la reducción del impuesto a las utilidades de las empresas será del 28% actual a 23% mediante un proceso gradual que concluirá en 2015. Por otro lado, se incrementan las deducciones de los impuestos a la renta de personas naturales, y se eleva el nivel de ingresos anuales de la obligación de quienes tienen que pagar impuesto a la renta (eliminando de esta obligación a cerca de 1.1 millones de contribuyentes).
El ministro de Economía George Osborne insistió que se mantendrá con firmeza la política de recorte de gasto público que se inició hace cinco meses. En ese momento el gobierno de la coalición conservadora–liberaldemócrata recortó 81.000 millones de libras esterlinas del presupuesto en marcha.
Se trató entonces de un recorte que se basó en disminuciones promedio de 19% en el gasto de los distintos departamentos gubernamentales, la supresión de decenas de miles de empleos públicos, y una profunda reforma del Estado del bienestar con la eliminación de numerosas ayudas sociales no esenciales. El nuevo presupuesto mantiene el gasto en esos niveles ya reducidos.
Hay que tener en cuenta que en 2010 el déficit fiscal alcanzó un insostenible 11,4% del PIB y la deuda pública llegó a un muy elevado nivel de 71,3% del PIB. La meta es la de disminuir gradualmente el déficit hasta llevarlo a un 3% del PIB en 2015.
El gobierno del primer ministro David Cameron ha hecho hincapié en que para lograr un crecimiento económico sostenido en el futuro es preciso sanear previamente las finanzas nacionales. Pero también está intentando enviar el mensaje al mundo de que el Reino Unido está abierto a los negocios y que busca hacer de la actual década una de la más empresariales de su historia.
Por esa razón, aparte de la reducción del impuesto a las utilidades, se han establecido algunos estímulos tributarios para nuevos emprendimientos, y se han lanzado iniciativas como “StartUp Britain” por medio de la cual alrededor de un portal de Internet se ofrecen a nuevos empresarios tratos preferenciales con 60 compañías líderes como Google , O2 y Microsoft, con lo que se busca apoyarlos en el montaje de sus negocios.
El ministro de Economía George Osborne insistió que se mantendrá con firmeza la política de recorte de gasto público que se inició hace cinco meses. En ese momento el gobierno de la coalición conservadora–liberaldemócrata recortó 81.000 millones de libras esterlinas del presupuesto en marcha.
Se trató entonces de un recorte que se basó en disminuciones promedio de 19% en el gasto de los distintos departamentos gubernamentales, la supresión de decenas de miles de empleos públicos, y una profunda reforma del Estado del bienestar con la eliminación de numerosas ayudas sociales no esenciales. El nuevo presupuesto mantiene el gasto en esos niveles ya reducidos.
Hay que tener en cuenta que en 2010 el déficit fiscal alcanzó un insostenible 11,4% del PIB y la deuda pública llegó a un muy elevado nivel de 71,3% del PIB. La meta es la de disminuir gradualmente el déficit hasta llevarlo a un 3% del PIB en 2015.
El gobierno del primer ministro David Cameron ha hecho hincapié en que para lograr un crecimiento económico sostenido en el futuro es preciso sanear previamente las finanzas nacionales. Pero también está intentando enviar el mensaje al mundo de que el Reino Unido está abierto a los negocios y que busca hacer de la actual década una de la más empresariales de su historia.
Por esa razón, aparte de la reducción del impuesto a las utilidades, se han establecido algunos estímulos tributarios para nuevos emprendimientos, y se han lanzado iniciativas como “StartUp Britain” por medio de la cual alrededor de un portal de Internet se ofrecen a nuevos empresarios tratos preferenciales con 60 compañías líderes como Google , O2 y Microsoft, con lo que se busca apoyarlos en el montaje de sus negocios.