En concordancia con su filosofía totalitarista, pretende imponerle a los venezolanos lo que pueden ver y lo que no pueden ver por Internet.
En el proyecto de reforma a la Ley Orgánica de Telecomunicaciones se establece que cualquier material periodístico y de opinión crítico al gobierno en Internet podrá ser considerado “manipulaciones mediáticas dirigidas a fomentar zozobra o alterar el orden público”.
El proyecto también impone la creación de un punto único de acceso a Internet. El artículo 212 establece que “el Estado creará un punto de interconexión o punto de acceso a la red de los proveedores de servicios de Internet en Venezuela con la finalidad de manejar el tráfico con origen y destino en Venezuela”.
La Intención del gobierno de Chávez no es otra cosa que extender a Internet los muchos controles que ya le impusieron a la radio y a la televisión con la llamada Ley Resorte. En estos medios no solamente se regulan las imágenes y sonidos, sino también los textos y contextos a través de los cuales las personas pueden recibir y difundir mensajes.
El modelo de control al Internet que trata de implementar Venezuela es el mismo que existe en Cuba, Irán y China. En esos países la única verdad es la mentira oficial. Es la única que puede ser difundida. Lo demás puede ser catalogado arbitrariamente como subversivo e incluso, puede ser motivo de cárcel.
Con la Ley Resorte los venezolanos son actualmente forzados a escuchar unas interminables peroratas de Chávez, que incluyen vulgares e iracundos insultos a sus opositores. Pero además, son múltiples los medios de comunicación en manos de partidarios del gobierno y financiados con dineros públicos que repiten como loros y aplauden como focas la verdad oficial. Sin embargo, la mayoría de estos medios han fracasado en sus intentos por capturar audiencia, básicamente por aburridos y babosos.
Entonces, Chávez y sus funcionarios, consecuentes con la mediocridad intelectual que los caracteriza, han optado por tapar el sol con las manos. Tapar todos los huecos por donde se cuela la libertad de expresión. Luego de cerrar canales de televisión y emisoras de radio, ahora se han propuesto bloquear el acceso a Internet.
Pero no será fácil tapar el sol con las manos. En China, por ejemplo, a pesar de la creciente censura, los usuarios de Internet continúan aumentando. De acuerdo con Efe Wang, periodista y autor del blog chino Bu Xu Lian Xiang, “los blogueros chinos son los más inteligentes del mundo porque además de escribir un artículo bueno e interesante, deben pensar en cómo burlar al gobierno”.
Es posible que, al final de cuentas, algo parecido termine por suceder en Venezuela. Por fortuna, medios como Internet impiden que en el Siglo XXI los gobiernos extingan la libertad de expresión en la forma absoluta como lo lograron hacer en el Siglo XX. Venezuela no será excepción, más aún si se tiene en cuenta la reconocida ineptitud del gobierno de Chávez para implementar lo que anuncia que hará.
El proyecto también impone la creación de un punto único de acceso a Internet. El artículo 212 establece que “el Estado creará un punto de interconexión o punto de acceso a la red de los proveedores de servicios de Internet en Venezuela con la finalidad de manejar el tráfico con origen y destino en Venezuela”.
La Intención del gobierno de Chávez no es otra cosa que extender a Internet los muchos controles que ya le impusieron a la radio y a la televisión con la llamada Ley Resorte. En estos medios no solamente se regulan las imágenes y sonidos, sino también los textos y contextos a través de los cuales las personas pueden recibir y difundir mensajes.
El modelo de control al Internet que trata de implementar Venezuela es el mismo que existe en Cuba, Irán y China. En esos países la única verdad es la mentira oficial. Es la única que puede ser difundida. Lo demás puede ser catalogado arbitrariamente como subversivo e incluso, puede ser motivo de cárcel.
Con la Ley Resorte los venezolanos son actualmente forzados a escuchar unas interminables peroratas de Chávez, que incluyen vulgares e iracundos insultos a sus opositores. Pero además, son múltiples los medios de comunicación en manos de partidarios del gobierno y financiados con dineros públicos que repiten como loros y aplauden como focas la verdad oficial. Sin embargo, la mayoría de estos medios han fracasado en sus intentos por capturar audiencia, básicamente por aburridos y babosos.
Entonces, Chávez y sus funcionarios, consecuentes con la mediocridad intelectual que los caracteriza, han optado por tapar el sol con las manos. Tapar todos los huecos por donde se cuela la libertad de expresión. Luego de cerrar canales de televisión y emisoras de radio, ahora se han propuesto bloquear el acceso a Internet.
Pero no será fácil tapar el sol con las manos. En China, por ejemplo, a pesar de la creciente censura, los usuarios de Internet continúan aumentando. De acuerdo con Efe Wang, periodista y autor del blog chino Bu Xu Lian Xiang, “los blogueros chinos son los más inteligentes del mundo porque además de escribir un artículo bueno e interesante, deben pensar en cómo burlar al gobierno”.
Es posible que, al final de cuentas, algo parecido termine por suceder en Venezuela. Por fortuna, medios como Internet impiden que en el Siglo XXI los gobiernos extingan la libertad de expresión en la forma absoluta como lo lograron hacer en el Siglo XX. Venezuela no será excepción, más aún si se tiene en cuenta la reconocida ineptitud del gobierno de Chávez para implementar lo que anuncia que hará.