No es un secreto que Venezuela esconde y protege detrás de sus fronteras a los terroristas de las FARC. Tampoco lo es que por sus fronteras se está desviando un creciente volumen de narcotráfico, perjudicando los esfuerzos de la comunidad internacional dirigidos a controlar este flagelo.
Ahora resulta que se disgustó con la decisión soberana de Colombia de permitir una mayor presencia militar de Estados Unidos, especialmente aérea, en bases colombianas. Es su problema si le disgusta esta decisión.
¿Qué significa “revisar” las relaciones? Actualmente Colombia le suministra a ese país muchos de los productos esenciales o básicos que requiere su economía. Venezuela es incapaz de producirlos. Colombia le exporta hasta gas natural, no obstante que Venezuela tiene unas de las mayores reservas del planeta en este hidrocarburo.
El gobierno venezolano ha hecho hasta lo imposible por restringir con cuotas y prohibiciones las exportaciones colombianas. Las restricciones se han aplicado a todo el espectro del universo arancelario. Al mismo tiempo, es sabido que el consumo de hogares de Venezuela ha perdido dinamismo. Sin embargo, contra viento y marea las exportaciones colombianas se han mantenido en los mismos niveles del año pasado. En los primeros 5 meses de 2009 fueron US$2.246 millones, una caída de apenas 0,1% en relación con igual período del año anterior. Ese nivel sería como mínimo del doble si no fuera por las mencionadas restricciones gubernamentales (implementadas especialmente a través de CADIVI).
Al tiempo que la demanda represada por los productos colombianos va en aumento, las exportaciones de Venezuela a Colombia, sobre las cuales no recae ni una sola restricción administrativa, van en drástico descenso. A mayo ellas llegaron a US$222 millones, una disminución de 51,3% frente a las de 2008. Venezuela llegó a exportarle a Colombia, antes de la llegada del “Socialismo Siglo XXI”, cerca de US$3.000 millones al año en bienes agropecuarios e industriales.
Entonces, así las cosas, ¿qué es lo que quiere “revisar” Chávez? Recortes adicionales de las exportaciones colombianas sólo se traducirían en mayor inflación en su país. Esa inflación se mantiene en 30% anual, a pesar de que la gasolina es prácticamente gratis, de que abundan los subsidios en los distintos servicios públicos, de que los controles de precios abarcan todos los bienes básicos de consumo y de que la tasa de cambio se ha mantenido el gobierno fija en niveles 300% por debajo de la tasa no oficial.
Aparte de restringir aún más las exportaciones colombianas en perjuicio del consumidor de su país, ¿en qué más puede perjudicar Chávez a Colombia? ¿Más apoyo a las FARC? Si lo hace se puede meter en la grande, no solamente con Colombia sino con la comunidad internacional. No hay que olvidar que esa organización sigue siendo catalogada como terrorista y narcotraficante por la mayoría de los países civilizados del planeta.
¿Involucrarse más directamente en la política interna colombiana? ¿Tratar de incidir en los resultados de las elecciones colombianas? Si se mete en tales honduras, que no le quepa la menor duda que sería retribuido con la misma moneda.
Ahora resulta que se disgustó con la decisión soberana de Colombia de permitir una mayor presencia militar de Estados Unidos, especialmente aérea, en bases colombianas. Es su problema si le disgusta esta decisión.
¿Qué significa “revisar” las relaciones? Actualmente Colombia le suministra a ese país muchos de los productos esenciales o básicos que requiere su economía. Venezuela es incapaz de producirlos. Colombia le exporta hasta gas natural, no obstante que Venezuela tiene unas de las mayores reservas del planeta en este hidrocarburo.
El gobierno venezolano ha hecho hasta lo imposible por restringir con cuotas y prohibiciones las exportaciones colombianas. Las restricciones se han aplicado a todo el espectro del universo arancelario. Al mismo tiempo, es sabido que el consumo de hogares de Venezuela ha perdido dinamismo. Sin embargo, contra viento y marea las exportaciones colombianas se han mantenido en los mismos niveles del año pasado. En los primeros 5 meses de 2009 fueron US$2.246 millones, una caída de apenas 0,1% en relación con igual período del año anterior. Ese nivel sería como mínimo del doble si no fuera por las mencionadas restricciones gubernamentales (implementadas especialmente a través de CADIVI).
Al tiempo que la demanda represada por los productos colombianos va en aumento, las exportaciones de Venezuela a Colombia, sobre las cuales no recae ni una sola restricción administrativa, van en drástico descenso. A mayo ellas llegaron a US$222 millones, una disminución de 51,3% frente a las de 2008. Venezuela llegó a exportarle a Colombia, antes de la llegada del “Socialismo Siglo XXI”, cerca de US$3.000 millones al año en bienes agropecuarios e industriales.
Entonces, así las cosas, ¿qué es lo que quiere “revisar” Chávez? Recortes adicionales de las exportaciones colombianas sólo se traducirían en mayor inflación en su país. Esa inflación se mantiene en 30% anual, a pesar de que la gasolina es prácticamente gratis, de que abundan los subsidios en los distintos servicios públicos, de que los controles de precios abarcan todos los bienes básicos de consumo y de que la tasa de cambio se ha mantenido el gobierno fija en niveles 300% por debajo de la tasa no oficial.
Aparte de restringir aún más las exportaciones colombianas en perjuicio del consumidor de su país, ¿en qué más puede perjudicar Chávez a Colombia? ¿Más apoyo a las FARC? Si lo hace se puede meter en la grande, no solamente con Colombia sino con la comunidad internacional. No hay que olvidar que esa organización sigue siendo catalogada como terrorista y narcotraficante por la mayoría de los países civilizados del planeta.
¿Involucrarse más directamente en la política interna colombiana? ¿Tratar de incidir en los resultados de las elecciones colombianas? Si se mete en tales honduras, que no le quepa la menor duda que sería retribuido con la misma moneda.