Ha empezado a utilizarlos como carne de cañón en actividades políticas por medio de unos comandos que denomina “guerrilla comunicacional”.
Al igual que sus amigos de las FARC que emplea menores de edad como carne de cañón para poner bombas y realizar ataques contra la población civil, así también Chávez está conformando guerrillas infantiles que se involucrarían inicialmente en actividades relacionadas con la difusión de sus mensajes de odio en contra de sus opositores, pero que más adelante harían parte de las milicias de civiles armados que está creando a lo largo y ancho de Venezuela.
Con la asistencia de militares cubanos, somete a estos niños a un proceso de lavado cerebral a través del cual se los envenena con ideas relativas a la lucha de clases que quiere implantar en su país.
Se trata, al final de cuentas, de una fragrante violación por parte del gobierno venezolano de los derechos humanos de estos niños. Tal como lo dijo el cantante español Alejandro Sanz, “utilizar a los niños políticamente es la cobardía y la ruindad más grande. Es despreciable y lamentable que la comunidad internacional no haga nada.”
Con la asistencia de militares cubanos, somete a estos niños a un proceso de lavado cerebral a través del cual se los envenena con ideas relativas a la lucha de clases que quiere implantar en su país.
Se trata, al final de cuentas, de una fragrante violación por parte del gobierno venezolano de los derechos humanos de estos niños. Tal como lo dijo el cantante español Alejandro Sanz, “utilizar a los niños políticamente es la cobardía y la ruindad más grande. Es despreciable y lamentable que la comunidad internacional no haga nada.”