Así es como se gobierna en Venezuela. A las patadas. A todo el que sea opositor a tratarlo a las patadas. A todo el que se queje a las patadas.
Los golpazos que recibieron el 30 de abril de 2013 los líderes opositores Julio Borges y María Corina Machado y otros en la Asamblea Nacional tipifica la manera de gobernar del ilegítimo Nicolás Maduro. A los opositores qué mejor que tratarlos a las patadas, sin importar que sean representantes del pueblo y que el recinto sea el de la Asamblea.
Si los diputados opositores cuestionan la legitimidad de Maduro ante la falta de una auditoría que verifique los muy cuestionados resultados de la última elección presidencial, se les despoja a las patadas de su derecho a intervenir en la Asamblea.
La solicitud de la oposición de realizar una exhaustiva auditoría a estas irregulares elecciones fue respondida no con argumentos sino que fue rechazada a las patadas por el Concejo Nacional Electoral (CNE).
Como Henrique Capriles se mantiene firme en impugnar los resultados de dicha elección, entonces se le quitan a las patadas los recursos a que tiene derecho la Gobernación de Miranda de la cual él es el titular.
Si otros líderes opositores mantienen en alto su voz de protesta se los enjuicia arbitrariamente. Una serie de jueces serviles al régimen arman a las patadas expedientes falsos y “arreglados” para amedrentarlos.
Y así, a la patadas con empresarios que se quejan de la falta de divisas para importar, a las patadas con los medios de comunicación que no se sujetan a las directrices impuestas por el régimen, a las patadas con funcionarios públicos que votaron por Capriles, a las patadas con gobiernos extranjeros que expresan su repudio por lo que sucede en ese país.
A las patadas con la democracia en Venezuela. El punto de partida de cualquier democracia son elecciones transparentes. Pero eso es lo de menos. A las patadas con la transparencia, y mas cuando se pierde. A las patadas se usurpa el poder y a las patadas se gobierna.
Si los diputados opositores cuestionan la legitimidad de Maduro ante la falta de una auditoría que verifique los muy cuestionados resultados de la última elección presidencial, se les despoja a las patadas de su derecho a intervenir en la Asamblea.
La solicitud de la oposición de realizar una exhaustiva auditoría a estas irregulares elecciones fue respondida no con argumentos sino que fue rechazada a las patadas por el Concejo Nacional Electoral (CNE).
Como Henrique Capriles se mantiene firme en impugnar los resultados de dicha elección, entonces se le quitan a las patadas los recursos a que tiene derecho la Gobernación de Miranda de la cual él es el titular.
Si otros líderes opositores mantienen en alto su voz de protesta se los enjuicia arbitrariamente. Una serie de jueces serviles al régimen arman a las patadas expedientes falsos y “arreglados” para amedrentarlos.
Y así, a la patadas con empresarios que se quejan de la falta de divisas para importar, a las patadas con los medios de comunicación que no se sujetan a las directrices impuestas por el régimen, a las patadas con funcionarios públicos que votaron por Capriles, a las patadas con gobiernos extranjeros que expresan su repudio por lo que sucede en ese país.
A las patadas con la democracia en Venezuela. El punto de partida de cualquier democracia son elecciones transparentes. Pero eso es lo de menos. A las patadas con la transparencia, y mas cuando se pierde. A las patadas se usurpa el poder y a las patadas se gobierna.