Es interesante preguntarse cuáles son sus actuales fortalezas y vulnerabilidades frente a un eventual deterioro del entorno económico internacional.
Colombia poseía, al comenzar agosto de 2011, unas reservas internacionales netas superiores a US$32.000 millones. Tiene un respaldo del Fondo Monetario Internacional por más de US$6.000 millones. Acaba de adquirir grado de inversión y de colocar bonos a unas tasas inferiores a las de muchos países de la Comunidad Europea.
Su deuda externa es relativamente reducida en relación con el tamaño de su economía (en el horizonte de 22,5% del PIB), su situación fiscal es administrable, y cuenta con aceptables perspectivas en relación con el petróleo y la minería. Su sector financiero está relativamente bien capitalizado y la cartera morosa se encuentra en un punto bajo. La eventual materialización de un TLC con Estados Unidos es otro aspecto positivo en su futuro económico.
Hay que señalar que debido a la fortaleza del peso y a un crecimiento económico medianamente alto, los principales grupos empresariales colombianos han quedado en capacidad de expandirse hacia los países del vecindario e incluso Estados Unidos. Su poder de compra de empresas afuera de Colombia se ha acrecentado en los últimos años con esa combinación de crecimiento con moneda relativemente fuerte.
Colombia tiene un panorama político relativamente despejado. Pasa por uno de esos preciados momentos en los que prevalece una relativa unidad de propósito nacional. Pero (y aquí vienen algunos peros) narcotráfico, guerrilla y poderosas bandas criminales no han dejado de ser amenazas latentes.
Su deuda externa es relativamente reducida en relación con el tamaño de su economía (en el horizonte de 22,5% del PIB), su situación fiscal es administrable, y cuenta con aceptables perspectivas en relación con el petróleo y la minería. Su sector financiero está relativamente bien capitalizado y la cartera morosa se encuentra en un punto bajo. La eventual materialización de un TLC con Estados Unidos es otro aspecto positivo en su futuro económico.
Hay que señalar que debido a la fortaleza del peso y a un crecimiento económico medianamente alto, los principales grupos empresariales colombianos han quedado en capacidad de expandirse hacia los países del vecindario e incluso Estados Unidos. Su poder de compra de empresas afuera de Colombia se ha acrecentado en los últimos años con esa combinación de crecimiento con moneda relativemente fuerte.
Colombia tiene un panorama político relativamente despejado. Pasa por uno de esos preciados momentos en los que prevalece una relativa unidad de propósito nacional. Pero (y aquí vienen algunos peros) narcotráfico, guerrilla y poderosas bandas criminales no han dejado de ser amenazas latentes.
Una eventual contracción de la economía global le traería a Colombia menores ingresos de divisas por concepto de exportaciones y de inversión extranjera. Se trata de un impacto negativo para nada despreciable que podría despojarle más de 2 puntos porcentuales de crecimiento del PIB.
Afortunadamente la economía colombiana trae una inercia relativamente robusta de aceleración económica fundamentada no sólo en el dinamismo del petróleo y la minería, sino también en el de la edificación urbana y las obras civiles, así como en el del sector de café y el de vehículos automotores.
Un dinamismo que en su conjunto se traducirá en un aumento del PIB en este año más cercano a 6% que a 5%, tal como lo ha proyectado LaNota.com desde finales de 2010. Esta inercia positiva y las fortalezas enumeradas en la primera mitad de este bosquejo contribuirán a que la economía colombiana no se estanque en 2012.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).