La calificadora de riesgo reafirmó la calificación de BB+ para la deuda externa de largo plazo y BBB- para la deuda interna de largo plazo, con perspectivas estables.
Según el informe de Fitch Ratings, estas calificaciones están condicionadas por las del riesgo soberano de Colombia y obedecen a unas fortalezas en distintas áreas. Entre ellas se mencionan el buen manejo fiscal, un superávit presupuestal consistente, activos valiosos que aseguran flujos consistentes de ingresos, condiciones favorables en plazos e intereses de su deuda, y fortaleza económica dentro del contexto nacional.
Entre los mayores riesgos y limitaciones Fitch señala las elevadas tasas de desempleo; contingencias altas en pensiones; y crecientes necesidades sociales y de infraestructura que demandarán una significativa inversión.
Los ingresos de Bogotá fueron US$2.992 millones en 2008 y han crecido en dólares a un promedio anual de 10% en los últimos tres años. Sin embargo, una mayor devaluación del peso y la recesión económica afectarán su dinamismo en 2009. Por otro lado, es positivo el hecho de que ha reducido su dependencia de las transferencias del gobierno nacional: como proporción de los ingresos corrientes ellas pasaron de 38% en 2002 a 31% en 2008.
En mayo de 2009, la deuda directa total del Distrito Capital ascendió a US$965 millones, de la cual US$431 millones correspondía a deuda interna y US$533 millones a deuda externa. No hay concentraciones mayores en los pagos anuales proyectados del servicio de la deuda. Y la proporción entre esa deuda y los ingresos corrientes es de 35%, lo que se considera un nivel manejable.
La deuda indirecta o garantizada (de las entidades descentralizadas adscritas) es relativamente baja, ya que era US$273 millones al finalizar 2008. Sin embargo, las contingencias por pensiones y retiros del personal ascienden a cerca de US$2.736 millones, de los cuales existe un fondo de reserva que cubre alrededor del 28% de ese monto.
Bogota contribuye aproximadamente con el 25% del PIB de Colombia y sus 7.2 millones de habitantes constituyen alrededor del 16% de la población total. Sus índices de cobertura en los servicios de salud y educación son de los más altos del país.
Entre los mayores riesgos y limitaciones Fitch señala las elevadas tasas de desempleo; contingencias altas en pensiones; y crecientes necesidades sociales y de infraestructura que demandarán una significativa inversión.
Los ingresos de Bogotá fueron US$2.992 millones en 2008 y han crecido en dólares a un promedio anual de 10% en los últimos tres años. Sin embargo, una mayor devaluación del peso y la recesión económica afectarán su dinamismo en 2009. Por otro lado, es positivo el hecho de que ha reducido su dependencia de las transferencias del gobierno nacional: como proporción de los ingresos corrientes ellas pasaron de 38% en 2002 a 31% en 2008.
En mayo de 2009, la deuda directa total del Distrito Capital ascendió a US$965 millones, de la cual US$431 millones correspondía a deuda interna y US$533 millones a deuda externa. No hay concentraciones mayores en los pagos anuales proyectados del servicio de la deuda. Y la proporción entre esa deuda y los ingresos corrientes es de 35%, lo que se considera un nivel manejable.
La deuda indirecta o garantizada (de las entidades descentralizadas adscritas) es relativamente baja, ya que era US$273 millones al finalizar 2008. Sin embargo, las contingencias por pensiones y retiros del personal ascienden a cerca de US$2.736 millones, de los cuales existe un fondo de reserva que cubre alrededor del 28% de ese monto.
Bogota contribuye aproximadamente con el 25% del PIB de Colombia y sus 7.2 millones de habitantes constituyen alrededor del 16% de la población total. Sus índices de cobertura en los servicios de salud y educación son de los más altos del país.