El gobierno entrante de Mariano Rajoy recibirá un gobierno insolvente. España tendrá que pagar en 2012 la bicoca de 400.000 millones de euros en vencimientos de deuda pública y privada.
Según lo registra elEconomista.es, la consultora Freemarket estima que el crecimiento del PIB español en 2011 será apenas 0,5% y el del próximo año caerá entre 0,8% y 1,5%. El desempleo se mantendrá en el horizonte de 22% de la población activa.
Nadie sabe cuál es el tamaño del déficit público. Freemarket calcula que al finalizar este año estará por los lados de 8% del PIB, o sea 2 puntos porcentuales por encima de lo exigido por la Comunidad Europea. Sin embargo, se desconoce hasta dónde llega la deuda de las Autonomías, esos pozos sin fondo. Se sospecha que los huecos fiscales ahí son gigantescos. Freemarket concluye que “el gobierno entrante se verá forzado a asumir una parte sustancial de la deuda de las Autonomías para intentar evitarles la bancarrota.”
Como si lo anterior no fuera suficiente, los bancos y cajas españoles tiene unas muy elevadas necesidades de capitalización. No han valorado sus inversiones en deuda pública a su actual reducido precio de mercado. Tampoco han castigado como debe ser activos tóxicos, entre los que se encuentran numerosos préstamos hipotecarios que se otorgaron durante la burbuja de finca raíz de hace unos años.
Estos bancos e instituciones tienen bloqueada la financiación externa privada y sus dueños también. Por eso, por ejemplo, el Banco Santander se ha visto forzado a vender activos valiosos en Chile y Brasil. De acuerdo con Freemarket, esta situación conducirá a un agravamiento de la actual sequía de crédito en el país.
Simultáneamente los costos de financiación de la deuda soberana han aumentado a niveles que no se conocían desde mediados de los años noventa, lo cual de por sí agrava la situación fiscal.
Parecería que el primer paso para empezar a enderezar el rumbo económico de España es el de sincerar las cuentas, tanto las del sector público como las del sistema financiero. El siguiente paso sería un complejo proceso de saneamiento y austeridad que duraría varios años, acompañado del establecimiento de un entorno favorable para el emprendimiento empresarial y para la creación de empleo verdaderamente productivo. Todo un desafío para el nuevo gobierno que se posesionará antes del cierre de 2011.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
Nadie sabe cuál es el tamaño del déficit público. Freemarket calcula que al finalizar este año estará por los lados de 8% del PIB, o sea 2 puntos porcentuales por encima de lo exigido por la Comunidad Europea. Sin embargo, se desconoce hasta dónde llega la deuda de las Autonomías, esos pozos sin fondo. Se sospecha que los huecos fiscales ahí son gigantescos. Freemarket concluye que “el gobierno entrante se verá forzado a asumir una parte sustancial de la deuda de las Autonomías para intentar evitarles la bancarrota.”
Como si lo anterior no fuera suficiente, los bancos y cajas españoles tiene unas muy elevadas necesidades de capitalización. No han valorado sus inversiones en deuda pública a su actual reducido precio de mercado. Tampoco han castigado como debe ser activos tóxicos, entre los que se encuentran numerosos préstamos hipotecarios que se otorgaron durante la burbuja de finca raíz de hace unos años.
Estos bancos e instituciones tienen bloqueada la financiación externa privada y sus dueños también. Por eso, por ejemplo, el Banco Santander se ha visto forzado a vender activos valiosos en Chile y Brasil. De acuerdo con Freemarket, esta situación conducirá a un agravamiento de la actual sequía de crédito en el país.
Simultáneamente los costos de financiación de la deuda soberana han aumentado a niveles que no se conocían desde mediados de los años noventa, lo cual de por sí agrava la situación fiscal.
Parecería que el primer paso para empezar a enderezar el rumbo económico de España es el de sincerar las cuentas, tanto las del sector público como las del sistema financiero. El siguiente paso sería un complejo proceso de saneamiento y austeridad que duraría varios años, acompañado del establecimiento de un entorno favorable para el emprendimiento empresarial y para la creación de empleo verdaderamente productivo. Todo un desafío para el nuevo gobierno que se posesionará antes del cierre de 2011.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).