Tanto Hugo Chávez como Rafael Correa no han podido explicarle a sus países qué fue lo que realmente produjo el racionamiento de energía eléctrica.
Ambos mandatarios deberían contratar unos payasos para que los sustituyan cuando se trata de hablar del racionamiento de energía eléctrica. Hugo Chávez ha dicho que bombardeará las nubes con ayuda de Cuba. Pero el problema no es con unas nubes. El problema es la desatención total de su gobierno a un sector clave de la economía. Esa desatención se aceleró cuando se privatizaron algunas de las empresas del sector y cayeron en manos de una dirigencia militar y sindical incompetente e irresponsable.
La solución para Venezuela tomará su tiempo. No hay un respaldo suficiente de térmicas para sustituir a un vulnerable sistema de generación hídrica y lograr su recuperación. La escasez se solucionará con una significativa inversión en generación, transmisión y distribución, lo que se demora años. Por ahora, la única solución es empezar a gastar de verdad en la solución del problema. Y de pronto, los rezos podrían ser más efectivos que los bombardeos a las nubes.
El caso de Ecuador es igualmente patético, aunque cuenta con la importación de energía eléctrica de Colombia y de Perú. Si estos dos países logran superar la escasez producida por el fenómeno de El Niño, es de esperar que puedan aumentar sus exportaciones en el lapso de unos pocos meses. Sin embargo, Ecuador tampoco dispone de un respaldo térmico suficiente y su gobierno ha postergado la construcción de nuevas plantas hidráulicas.
Ahora bien, Rafael Correa no se ha comprometido a montarse en un avión para bombardear nubes. Pero señaló que parte de la solución estaba en la importación de plantas eléctricas cubanas. Y no fue en chiste que lo dijo. A lo mejor no está enterado de que Venezuela ya ensayó las plantas cubanas. El diario El Nacional no hace mucho reportó que 300 plantas cubanas estaban paralizadas por problemas técnicos. Aparentemente sus filtros se saturaron con los residuos de diesel. Poco quedó de esas plantas que fueron anunciadas con bombos y platillos por Chávez por allá en 2007 como la gran solución para el sector eléctrico de su país. Correa podría solicitarle a Chávez que le mande las 300 plantas cubanas y hacer el show ante su ingenua audiencia sobre la solidaridad de Venezuela con su país. Este es el tipo de show en el que se la pasan ambos gobernantes.
Pero a todas estas, ¿qué clase de planta o de plantas importará Ecuador de Cuba? No se sabe realmente, pero los resultados son previsibles. Cuba no ha podido superar un racionamiento eléctrico que ya lleva décadas y que se ha intensificado en 2009. Y ahora le exportará a Ecuador sus plantas de desecho.
Así son Chávez y Correa. Sus soluciones siempre pasan por Cuba, el país de la escasez en todo. Propaganda de la barata. Pero en este caso se trata de un problema muy serio que afectará duramente a la población de sus países. Problema este cuya solución no pasa por exhortaciones ideológicas, sino por unas políticas técnicamente diseñadas y por unas programaciones eficazmente implementadas.
La solución para Venezuela tomará su tiempo. No hay un respaldo suficiente de térmicas para sustituir a un vulnerable sistema de generación hídrica y lograr su recuperación. La escasez se solucionará con una significativa inversión en generación, transmisión y distribución, lo que se demora años. Por ahora, la única solución es empezar a gastar de verdad en la solución del problema. Y de pronto, los rezos podrían ser más efectivos que los bombardeos a las nubes.
El caso de Ecuador es igualmente patético, aunque cuenta con la importación de energía eléctrica de Colombia y de Perú. Si estos dos países logran superar la escasez producida por el fenómeno de El Niño, es de esperar que puedan aumentar sus exportaciones en el lapso de unos pocos meses. Sin embargo, Ecuador tampoco dispone de un respaldo térmico suficiente y su gobierno ha postergado la construcción de nuevas plantas hidráulicas.
Ahora bien, Rafael Correa no se ha comprometido a montarse en un avión para bombardear nubes. Pero señaló que parte de la solución estaba en la importación de plantas eléctricas cubanas. Y no fue en chiste que lo dijo. A lo mejor no está enterado de que Venezuela ya ensayó las plantas cubanas. El diario El Nacional no hace mucho reportó que 300 plantas cubanas estaban paralizadas por problemas técnicos. Aparentemente sus filtros se saturaron con los residuos de diesel. Poco quedó de esas plantas que fueron anunciadas con bombos y platillos por Chávez por allá en 2007 como la gran solución para el sector eléctrico de su país. Correa podría solicitarle a Chávez que le mande las 300 plantas cubanas y hacer el show ante su ingenua audiencia sobre la solidaridad de Venezuela con su país. Este es el tipo de show en el que se la pasan ambos gobernantes.
Pero a todas estas, ¿qué clase de planta o de plantas importará Ecuador de Cuba? No se sabe realmente, pero los resultados son previsibles. Cuba no ha podido superar un racionamiento eléctrico que ya lleva décadas y que se ha intensificado en 2009. Y ahora le exportará a Ecuador sus plantas de desecho.
Así son Chávez y Correa. Sus soluciones siempre pasan por Cuba, el país de la escasez en todo. Propaganda de la barata. Pero en este caso se trata de un problema muy serio que afectará duramente a la población de sus países. Problema este cuya solución no pasa por exhortaciones ideológicas, sino por unas políticas técnicamente diseñadas y por unas programaciones eficazmente implementadas.