Cada vez es peor la congestión a la llegada y salida de los vuelos internacionales. Si usted viene del exterior, prepárese para horas en filas de espera.
Es increíble que la principal puerta de entrada y salida de Colombia no tenga una organización mínima que permita un flujo relativamente normal de pasajeros. Todas las entidades encargadas del asunto, Aeronáutica Civil, OPAIN, DAS y DIAN, llevan años sin lograr coordinarse para ofrecer un servicio adecuado a los pasajeros.
A estos funcionarios encargados del tema no se les paga por maltratar a la gente. Se les paga por prestar un servicio. Los pasajeros son seres humanos y no ganado que va al matadero, por si no lo sabían.
Con frecuencia, es menor el tiempo de viaje que lo que se gasta en las eternas colas para ingresar al país.
Cada vez que un medio de comunicación entrevista a uno de los funcionarios responsables, termina achacándole la culpa del caos reinante a las otras entidades involucradas.
El problema lleva ya sus años. Varias veces se ha dicho que se va a solucionar y pasa el tiempo y se empeora. Cambian los funcionarios y todo sigue peor.
¿Será que los colombianos son tan chambones que no pueden diseñar y administrar una logística que garantice el flujo normal de pasajeros de entrada y salida en un aeropuerto internacional como El Dorado? ¿Será mucho pedir que las entidades involucradas se coordinen de verdad para solucionar el problema?
Ya se acabaron las disculpas. Más quejas, imposible. Vienen más vuelos internacionales. Vienen los cielos abiertos. Crecen los inversionistas y turistas que llegan al país. Magnífico todo ello. Hasta que aterricen en ese embudo llamado El Dorado.
A estos funcionarios encargados del tema no se les paga por maltratar a la gente. Se les paga por prestar un servicio. Los pasajeros son seres humanos y no ganado que va al matadero, por si no lo sabían.
Con frecuencia, es menor el tiempo de viaje que lo que se gasta en las eternas colas para ingresar al país.
Cada vez que un medio de comunicación entrevista a uno de los funcionarios responsables, termina achacándole la culpa del caos reinante a las otras entidades involucradas.
El problema lleva ya sus años. Varias veces se ha dicho que se va a solucionar y pasa el tiempo y se empeora. Cambian los funcionarios y todo sigue peor.
¿Será que los colombianos son tan chambones que no pueden diseñar y administrar una logística que garantice el flujo normal de pasajeros de entrada y salida en un aeropuerto internacional como El Dorado? ¿Será mucho pedir que las entidades involucradas se coordinen de verdad para solucionar el problema?
Ya se acabaron las disculpas. Más quejas, imposible. Vienen más vuelos internacionales. Vienen los cielos abiertos. Crecen los inversionistas y turistas que llegan al país. Magnífico todo ello. Hasta que aterricen en ese embudo llamado El Dorado.