El ministro de Economía de Ecuador Diego Borja dijo que China le prestará a su país US$1.000 millones.
El préstamo lo otorgaría el Banco de Desarrollo de China. Se utilizaría en proyectos en sectores como energía eléctrica e hidrocarburos. Al tiempo que Borja hacía este anuncio, sostuvo que Ecuador no acudirá al Fondo Monetario Internacional (FMI) ni al Banco Mundial.
La verdadera noticia es esta última. Ecuador necesita con urgencia préstamos para financiar su balanza de pagos, de los que provee el FMI y el Banco Mundial. Otra alternativa para conseguir recursos externos de libre disponibilidad es la colocación de bonos en los mercados internacionales, pero esa puerta está cerrada por el incumplimiento en los pagos de bonos anteriormente suscritos.
Los préstamos de gobiernos, como el de China, son básicamente para financiar la venta de productos (maquinaria, equipo y servicios) de los países que los otorgan. No son de libre disponibilidad. Financian importaciones, pero no fortalecen la posición de reservas internacionales, que es lo que le urge a Ecuador.
Para ilustración la siguiente perla. Al restablecer relaciones con China, Costa Rica recibió una donación: la construcción de un nuevo estadio nacional. La donación no consistió en los fondos requeridos para tal efecto. Fue, por el contrario, en especie: gran parte de los insumos, incluida la mano de obra, ha provenido de China.
Por otro lado, el ministro Borja no especificó cuánto tiempo tomará definir y ponerse de acuerdo con los chinos sobre los proyectos específicos que supuestamente financiarán. El proceso podría tomar más de un año.
Todo, en últimas, es un cuento chino que no le resolverá a Ecuador sus problemas de balanza de pagos. Borja anteriormente había acudido a un cuento similar en relación con una supuesta financiación de Irán. Se engaña a si mismo, o engaña al pueblo ecuatoriano, mientras llega el 26 de abril, día de la reelección presidencial.
La verdadera noticia es esta última. Ecuador necesita con urgencia préstamos para financiar su balanza de pagos, de los que provee el FMI y el Banco Mundial. Otra alternativa para conseguir recursos externos de libre disponibilidad es la colocación de bonos en los mercados internacionales, pero esa puerta está cerrada por el incumplimiento en los pagos de bonos anteriormente suscritos.
Los préstamos de gobiernos, como el de China, son básicamente para financiar la venta de productos (maquinaria, equipo y servicios) de los países que los otorgan. No son de libre disponibilidad. Financian importaciones, pero no fortalecen la posición de reservas internacionales, que es lo que le urge a Ecuador.
Para ilustración la siguiente perla. Al restablecer relaciones con China, Costa Rica recibió una donación: la construcción de un nuevo estadio nacional. La donación no consistió en los fondos requeridos para tal efecto. Fue, por el contrario, en especie: gran parte de los insumos, incluida la mano de obra, ha provenido de China.
Por otro lado, el ministro Borja no especificó cuánto tiempo tomará definir y ponerse de acuerdo con los chinos sobre los proyectos específicos que supuestamente financiarán. El proceso podría tomar más de un año.
Todo, en últimas, es un cuento chino que no le resolverá a Ecuador sus problemas de balanza de pagos. Borja anteriormente había acudido a un cuento similar en relación con una supuesta financiación de Irán. Se engaña a si mismo, o engaña al pueblo ecuatoriano, mientras llega el 26 de abril, día de la reelección presidencial.