Mientras las FARC ponen explosivos y asesinan civiles, miembros de Colombianos por la Paz bailan por la liberación de un rehén.
Que se sepa, la organización Colombianos por la Paz no se ha manifestado por los asesinatos atribuidos a las FARC de por lo menos 9 colombianos de todas las edades y condiciones durante la semana previa a la liberación del soldado Josué Calvo. Han debido ir vestidos de luto por la muerte de estos otros compatriotas. La ocasión no daba para celebraciones y manifestaciones de júbilo frente a las cámaras de televisión.
Lo mismo debería decirse de la senadora Piedad Córdoba y de Monseñor Leonardo Gómez Serna. No se puede celebrar mayormente mientras las FARC sigan asesinando y secuestrando. Todos estos personajes que contribuyen a semejante show mediático lo que hacen es servir de idiotas útiles de esa organización terrorista.
Con ese show mediático las FARC buscan protagonismo, especialmente internacional. Con el aporte de los medios de comunicación lo están logrando. La liberación de un ser humano secuestrado es poca cosa frente al asesinato de otros varios seres humanos en actos como el de estallido de la bomba en el centro de Buenaventura o la utilización de un menor de edad para hacer otro atentado con explosivos. Frente a estos actos terroristas, la liberación de un soldado no representa avance alguno en nada. En últimas, es simple propaganda y de la barata.
Y las celebraciones y declaraciones de esa enorme cantidad de “espontáneos” que asistieron a la llegada del soldado Calvo no son más que una gran payasada, dentro ese gran circo que han logrado montar y que se nutre de la desgracia y el dolor ajeno.
Lo mismo debería decirse de la senadora Piedad Córdoba y de Monseñor Leonardo Gómez Serna. No se puede celebrar mayormente mientras las FARC sigan asesinando y secuestrando. Todos estos personajes que contribuyen a semejante show mediático lo que hacen es servir de idiotas útiles de esa organización terrorista.
Con ese show mediático las FARC buscan protagonismo, especialmente internacional. Con el aporte de los medios de comunicación lo están logrando. La liberación de un ser humano secuestrado es poca cosa frente al asesinato de otros varios seres humanos en actos como el de estallido de la bomba en el centro de Buenaventura o la utilización de un menor de edad para hacer otro atentado con explosivos. Frente a estos actos terroristas, la liberación de un soldado no representa avance alguno en nada. En últimas, es simple propaganda y de la barata.
Y las celebraciones y declaraciones de esa enorme cantidad de “espontáneos” que asistieron a la llegada del soldado Calvo no son más que una gran payasada, dentro ese gran circo que han logrado montar y que se nutre de la desgracia y el dolor ajeno.