LaNota.com
 

–––––––––––––––––––––––––––––––––

  

 

RANKING DIGITAL DE MERCADOS DE COLOMBIA

 

INFORMES SECTORIALES DISPONIBLES

 

(HACER CLICK AQUÍ)

  

–––––––––––––––––––––––––––––––––

 

 

PROYECCIONES ECONÓMICAS DE COLOMBIA 2025-2029

 

VERSIÓN ABRIL 2025

 

(HACER CLICK AQUÍ)

 

–––––––––––––––––––––––––––––––––

 

99 INFORMES SECTORIALES STANDARD DE COLOMBIA

 

PAQUETE CON TODOS LOS INFORMES DEL RANKING DIGITAL DE MERCADOS

INFORMACIÓN DE 8.000 EMPRESAS LÍDERES DE COLOMBIA

 

(HACER CLICK AQUÍ)

 

–––––––––––––––––––––––––––––––––

 

DIAGNOSTICENTRO EMPRESARIAL DE COLOMBIA

 

CONCEPTOS SOBRE LAS TRAYECTORIAS FINANCIERAS DE EMPRESAS

 

(HACER CLICK AQUÍ)

 

 –––––––––––––––––––––––––––––––––

 

 

 Jorge Ospina Sardi
 
En su columna del diario El Tiempo (8 de noviembre) se muestra jubiloso con la reelección de Barack Obama. Pero las razones de su júbilo son en extremo ingenuas.
 
En la primera parte de su columna Constaín llega a la conclusión que “la democracia es un sistema de valores, casi una concepción del mundo que exige mucho mas que votos: respeto por las minorías, tolerancia, libertad, en pocas palabras, un compromiso moral superior a los aplausos.” Inspiradoras palabras estas.

Más adelante empieza a patinar. Sostiene que no siempre que hay elecciones triunfa la democracia. Se le concede a Constaín la validez de este argumento cuando movimientos de tipo totalitario mediante mecanismos electorales se apoderan de los gobiernos para explotarlos a sus anchas. Pero este argumento no aplica cuando la lucha por el poder es entre partidos que respetan las reglas democráticas y que han demostrado su apego a los valores que menciona Constaín.

A Constaín no le gusta el Partido Republicano, Allá él con sus preferencias. Pero lo que no puede argumentar es que si Mitt Romney hubiera ganado las elecciones presidenciales, la democracia hubiera salido perdedora.  

Dice Constaín que Obama se enfrentó a quienes “creen que el mundo es todavía la Cabaña del Tío Tom y que Darwin y el Estado son un invento maligno de los masones y los comunistas”. Es sorprendente que salga con este tipo de caricaturas. El Partido Republicano fue el que eliminó la esclavitud y en su momento apoyó sin reparos la lucha contra la desegregación de los afroamericanos en el Sur de Estados Unidos, cuando esa región estaba dominada por caciques del Partido Demócrata.

El Partido Republicano ha sido abanderado en las reformas de inmigración. Ronald Reagan fue el único Presidente en la historia reciente que le dio la amnistía a millones de inmigrantes latinos ilegales. George W. Bush intentó nuevamente pasar por el Congreso otra reforma inmigratoria, la que en las puertas del horno se hundió por la acción no solo de algunos congresistas de su partido sino también de varios congresistas del Partido Demócrata. Pero lo intentó de verdad, no como en el caso de Obama que ni siquiera ha presentado una iniciativa al Congreso sobre este particular, a pesar de que fuera una de sus grandes promesas en la primera campaña. De seguro, luego de los últimos resultados electorales, los republicanos se podrán a trabajar en serio en impulsar nuevamente esta reforma.

El Partido Republicano ha sido el abanderado del libre comercio y de la apertura económica, en contraposición al Partido Demócrata que es el abanderado de intereses chovinistas sindicales. La inclinación de los republicanos es a considerar que la libertad económica es súper importante porque sin ella es imposible garantizar la protección de las demás libertades. Y aunque en el amplio espectro de sus filas, como en toda gran agrupación política, a veces surgen voces intolerantes, nunca en la historia del Siglo XX y del Siglo XXI se han detectado acciones dirigidas a coartar las libertades fundamentales por parte de sus líderes gobernantes.

De hecho, el Partido Republicano tiene entre sus filas a una muy influyente ala libertaria que defiende a ultranza no solo las libertades económicas, sino también todas las demás libertades individuales, incluidas las relacionadas con temas como el del consumo de drogas.

En el Partido Republicano hay creyentes en las teorías de Darwin y los hay que no lo son. Y dentro de los que no son creyentes de esta cuestionada teoría, los hay que se basan en argumentaciones de carácter científico y los hay que se basan en ideas religiosas. Si bien hay fanáticos dentro del Partido Republicano que atacan estas teorías, también es cierto que es frecuente encontrarse con simpatizantes del Partido Demócrata que son intolerantes fanáticos de las hipótesis de Darwin.

A grandes rasgos, la diferencia entre los republicanos y los demócratas en relación con el papel del Estado es principalmente sobre su radio de acción. Los republicanos tienden a ser mas favorables a las libertades económicas bajo la tutela de unas reglas de conducta general. Los demócratas son mas inclinados a utilizar la agencia del Estado para orientar la actividad productiva hacia los fines políticos de sus preferencias. Los republicanos son escépticos sobre la eficacia, aun desde el punto de vista de equidad, de este tipo de intervención.

Pero bueno, volviendo al tema de Obama, Constaín señala que “aún siendo quien es se atrevió en su campaña a hablar del Estado y a recordarle a todos que él está allí para eso: para que la esperanza no sea siempre un acto de cinismo y maldad.” ¡Wow! O sea que según este columnista su rival Romney era la encarnación misma del cinismo y la maldad. Parecería que Constaín escribió su columna en la noche de Halloween.

Los resultados de la gestión económica de Obama en su primera administración dejan mucho que desear. Romney se focalizó en esos resultados, no por consideraciones de cinismo y maldad, sino porque es una preocupación central del electorado norteamericano. Un país estancando económicamente, que va camino a la quiebra financiera, con un Presidente que ha sido incapaz de ejercer un liderazgo para rectificar el rumbo, preocupa no solo a los “cínicos” y “malvados” republicanos de Constaín, sino también a muchos desprevenidos ciudadanos de otros países que reconocen lo vital que es para todos la salud de la primera economía del mundo.

Pero además desde el punto de vista de la concepción de un sistema democrático de gobierno preocupan las prácticas políticas de Obama. Expoliación de la riqueza de unos para repartirla alegremente y lograr fidelidad en el voto de centros urbanos importantes. Estímulo a una cultura de dependencia en favores estatales de numerosos grupos de la población. Absorción por parte del Estado de una creciente porción de la economía, para ser administrada por burócratas que buscan ante todo promover y auto perpetuar su poder y el de sus allegados.

Es ciertamente cuestionable que este oportunista y centralizador esquema que utiliza Obama, y que ha sido perfeccionado por la corrupta y sinuosa clase política de Chicago, sea uno que fortalezca a la democracia. Después de todo, lo que la hace vigorosa es la autonomía y fuerza de cada una de sus partes y no la creciente dependencia de las demás en una de las partes.