Da la impresión que los directivos de Ecopetrol viven en otro planeta. Su plan de inversión para 2009 no tiene en cuenta la abrupta caída de los precios internacionales del petróleo.
Todas las grandes empresas del sector petrolero están revaluando sus planes de inversión. No es de extrañar que lo hagan, dado que el precio internacional ha disminuido en más de 70% desde julio de 2008. Sin embargo, Ecopetrol anunció un plan de inversiones para 2009 de US$6.200 millones, lo que representa un aumento de 35% en relación con una inversión estimada de US$4.600 millones en 2008.
En exploración y nuevos proyectos se invertirían US$1.049 millones, en 28 pozos, 24 de los cuales en Colombia y 4 en el exterior. En producción US$2.700 millones, especialmente en el desarrollo del petróleo pesado en los campos de Castilla y Rubiales y en aumentar la producción de los campos maduros del Magdalena Medio. Y en refinación y petroquímica US$814 millones, de los cuales US$254 millones en la ampliación de la refinería de Cartagena y US$244 millones en la modernización de la refinería de Barrancabermeja.
En transporte la inversión sería de US$598 millones y en proyectos de diversificación enérgetica US$60 millones. Fuera de eso hay un renglón de “adquisiciones” que con “otras inversiones” totalizan US$988 millones.
Es de esperar que todos estos planes sean revisados a la luz de las nuevas circunstancias del mercado de hidrocarburos. Es claro que con un precio del petróleo por debajo de US$40 barril, que podría incluso llegar a ser inferior a US$30 barril, los proyectos de elevado riesgo y de alto costo de producción pierden su atractivo.
Por otro lado, si el precio se mantiene en niveles bajos por un cierto tiempo, los ingresos de la empresa serán muy inferiores a los que inicialmente se tenían previstos. La alta inversión programada simplemente llevaría a la empresa a endeudarse. Y no generaría excedentes para financiar el presupuesto del gobierno nacional en la proporción como es hoy en día. Incluso algunos analistas de Nueva York, agrupados en la firma corredora Dauder, recortaron el precio objetivo de la acción de Ecopetrol una vez que conocieron del ambicioso plan de inversión.
En realidad, fue una salida en falso la de su presidente Javier Gutiérrez con este plan de inversiones. Ha debido establecer unas claras prioridades, incluyendo solamente aquellas inversiones impostergables y más rentables y dejando a un lado otras cuya ejecución quedaría supeditada a la evolución de los precios del crudo. Al no fijar prioridades, la empresa mandó una señal de falta de sindéresis.
En exploración y nuevos proyectos se invertirían US$1.049 millones, en 28 pozos, 24 de los cuales en Colombia y 4 en el exterior. En producción US$2.700 millones, especialmente en el desarrollo del petróleo pesado en los campos de Castilla y Rubiales y en aumentar la producción de los campos maduros del Magdalena Medio. Y en refinación y petroquímica US$814 millones, de los cuales US$254 millones en la ampliación de la refinería de Cartagena y US$244 millones en la modernización de la refinería de Barrancabermeja.
En transporte la inversión sería de US$598 millones y en proyectos de diversificación enérgetica US$60 millones. Fuera de eso hay un renglón de “adquisiciones” que con “otras inversiones” totalizan US$988 millones.
Es de esperar que todos estos planes sean revisados a la luz de las nuevas circunstancias del mercado de hidrocarburos. Es claro que con un precio del petróleo por debajo de US$40 barril, que podría incluso llegar a ser inferior a US$30 barril, los proyectos de elevado riesgo y de alto costo de producción pierden su atractivo.
Por otro lado, si el precio se mantiene en niveles bajos por un cierto tiempo, los ingresos de la empresa serán muy inferiores a los que inicialmente se tenían previstos. La alta inversión programada simplemente llevaría a la empresa a endeudarse. Y no generaría excedentes para financiar el presupuesto del gobierno nacional en la proporción como es hoy en día. Incluso algunos analistas de Nueva York, agrupados en la firma corredora Dauder, recortaron el precio objetivo de la acción de Ecopetrol una vez que conocieron del ambicioso plan de inversión.
En realidad, fue una salida en falso la de su presidente Javier Gutiérrez con este plan de inversiones. Ha debido establecer unas claras prioridades, incluyendo solamente aquellas inversiones impostergables y más rentables y dejando a un lado otras cuya ejecución quedaría supeditada a la evolución de los precios del crudo. Al no fijar prioridades, la empresa mandó una señal de falta de sindéresis.