Ninguna de las refinerías que el actual presidente de Venezuela prometió ha empezado a construirse. Ninguno de los fantasiosos proyectos energéticos que propuso se ha ejecutado. Todos los países que lo recibieron expectantes porque iban a recibir sus migajas, ahora se preguntan si cumplirá.
Pues claro que no cumplirá. Hace poco Chávez expresó que los precios internacionales del petróleo deberían ser fijados entre US$80 barril y US$100 barril. Actualmente bordean los US$50 barril. Este personaje nunca ha entendido cómo funcionan los mercados y cree que a punta de labia y controles se logra manejarlos.
La evolución del precio del petróleo dependerá obviamente de la profundidad y duración de la crisis económica mundial. El consenso actual entre los analistas es que la recesión se extenderá por 18 meses y que luego habrá una lenta recuperación. O sea que si se confirman estas proyecciones es de esperar precios bajos del petróleo en por lo menos los próximos dos años.
Con precios del petróleo por debajo de US$60 barril a Chávez no le alcanzará ni siquiera para construir una de las refinerías que
prometió. A duras penas le alcanzará para sufragar los costos de la inmensa burocracia pública que ha creado y del inocuo pero costoso armamento que ha comprado.
prometió. A duras penas le alcanzará para sufragar los costos de la inmensa burocracia pública que ha creado y del inocuo pero costoso armamento que ha comprado.