Y seguirá siendo así mientras el personaje luzca enfermo y le esconda a su país y a la opinión pública mundial la realidad sobre el verdadero estado de su salud.
Es propio de los dictadores manipular las verdades a su conveniencia. Chávez cree que puede esconder la realidad de la enfermedad que lo afecta. Sin embargo, su físico sufre de inflación (está súper inflado). No se lo ve sano. Su físico lo traiciona. Desaparece misteriosamente durante días. Los rumores médicos apuntan a que su cáncer ha hecho metástasis.
El propio Chávez y sus partidarios creen que con negar la verdad ella no saldrá a la luz. Francamente estas negaciones son cada vez mas ridículas. Seguramente habrá entre sus partidarios algunos que crean sinceramente en estos desmentidos. Otros creerán pensando con el deseo. Pero para cualquier observador mínimamente inteligente se trata de un burdo montaje que solo produce perplejidad.
Chávez podría someterse a un dictamen médico imparcial y dar por terminada la controversia. No lo hace porque está enfermo. Y porque ha resuelto lanzarse como candidato, no obstante que no está en condiciones de hacerlo. Si estuviera bien de salud, o en proceso de recuperarse de su cáncer, ya habría acudido a ese dictamen.
Hay algunos que dicen que Chávez es el dueño de su enfermedad y que tiene derecho a la privacidad en este tema. Sin embargo, esta es una opinión bastante cuestionable. Resulta que se trata de una figura pública, la más importante de su país, que resolvió lanzarse a una reelección de seis años. Quienes van a votar tienen el derecho de conocer acerca de su verdadero estado de salud, antes de tomar un decisión sobre el particular.
Pero con Chávez no valen estos derechos ni la transparencia. Da la impresión que a pesar de sus problemas de salud se ha propuesto garantizar la continuidad de su proyecto político haciéndose reelegir el 7 de octubre. Y luego que suceda lo inevitable. ¿Le alcanzará la cuerda? Como van las cosas, no parece.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
El propio Chávez y sus partidarios creen que con negar la verdad ella no saldrá a la luz. Francamente estas negaciones son cada vez mas ridículas. Seguramente habrá entre sus partidarios algunos que crean sinceramente en estos desmentidos. Otros creerán pensando con el deseo. Pero para cualquier observador mínimamente inteligente se trata de un burdo montaje que solo produce perplejidad.
Chávez podría someterse a un dictamen médico imparcial y dar por terminada la controversia. No lo hace porque está enfermo. Y porque ha resuelto lanzarse como candidato, no obstante que no está en condiciones de hacerlo. Si estuviera bien de salud, o en proceso de recuperarse de su cáncer, ya habría acudido a ese dictamen.
Hay algunos que dicen que Chávez es el dueño de su enfermedad y que tiene derecho a la privacidad en este tema. Sin embargo, esta es una opinión bastante cuestionable. Resulta que se trata de una figura pública, la más importante de su país, que resolvió lanzarse a una reelección de seis años. Quienes van a votar tienen el derecho de conocer acerca de su verdadero estado de salud, antes de tomar un decisión sobre el particular.
Pero con Chávez no valen estos derechos ni la transparencia. Da la impresión que a pesar de sus problemas de salud se ha propuesto garantizar la continuidad de su proyecto político haciéndose reelegir el 7 de octubre. Y luego que suceda lo inevitable. ¿Le alcanzará la cuerda? Como van las cosas, no parece.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).