En el segundo trimestre de 2010 el PIB cayó 1,9%. En el primer semestre el desplome fue de 3,5%, ligeramente superior al de 3,3% que se registró en 2009.
Esta es la economía que según Hugo Chávez, Alí Rodríguez Araque y Jorge Giordani, estaba blindada contra la crisis económica global gracias al “Socialismo Siglo XIX” (perdón Siglo XXI).
Al contrario de lo expresado por estos payasos, la economía venezolana se sumió en una profunda recesión que no ha logrado superar, no obstante que el precio internacional del petróleo, casi la única fuente de divisas que le queda al país después de 11 años de gobierno de Chávez, ha aumentado en este año cerca de 30%.
A diferencia de lo sucedido en Venezuela (y en países del ALBA como Ecuador y Nicaragua), los demás países de la región superaron rápidamente el impacto de la crisis económica global. Durante 2010 la gran mayoría de ellos tendrán crecimientos económicos cercanos o superiores a 5%.
Hay varios datos interesantes en el informe que presentó el Banco Central de Venezuela (BCV), una entidad cuya credibilidad no es la más alta desde que perdió su independencia frente a Chávez. Uno de esos datos es que durante el segundo trimestre el volumen de las exportaciones de petróleo se desplomó 16,3% frente a igual período de 2009. Afortunadamente para Venezuela la cotización del barril venezolano pasó de un promedio de US$53.54 a US$69.50 dólares entre ambos trimestres.
Sin embargo, la caída en el volumen exportado de petróleo muestra que ni siquiera este vital sector ha escapado a la pésima administración de los recursos productivos que caracteriza al “Socialismo Siglo XXI”.
Otro dato interesante es la elevada caída en sectores clave como industria (–3,7%), comercio (–6%), construcción privada (–25%), intermediarios financieros (–7,7%), y electricidad y agua (–8,8%).
Ahora bien, los servicios del gobierno crecieron 2,9%. Nadie duda que Venezuela, con el “Socialismo Siglo XXI”, se ha atiborrado de burocracia. Pero lo interesante del dato relativo al segundo trimestre de 2010, es que fue precisamente durante esos meses que los burócratas del gobierno sólo trabajaron media jornada laboral debido a la crisis eléctrica. Los servicios que proporcionaron de seguro disminuyeron en volumen y calidad. No sería de extrañar que al BCV se le pasó por alto este "pequeño" detalle a la hora de las mediciones del PIB.
Al contrario de lo expresado por estos payasos, la economía venezolana se sumió en una profunda recesión que no ha logrado superar, no obstante que el precio internacional del petróleo, casi la única fuente de divisas que le queda al país después de 11 años de gobierno de Chávez, ha aumentado en este año cerca de 30%.
A diferencia de lo sucedido en Venezuela (y en países del ALBA como Ecuador y Nicaragua), los demás países de la región superaron rápidamente el impacto de la crisis económica global. Durante 2010 la gran mayoría de ellos tendrán crecimientos económicos cercanos o superiores a 5%.
Hay varios datos interesantes en el informe que presentó el Banco Central de Venezuela (BCV), una entidad cuya credibilidad no es la más alta desde que perdió su independencia frente a Chávez. Uno de esos datos es que durante el segundo trimestre el volumen de las exportaciones de petróleo se desplomó 16,3% frente a igual período de 2009. Afortunadamente para Venezuela la cotización del barril venezolano pasó de un promedio de US$53.54 a US$69.50 dólares entre ambos trimestres.
Sin embargo, la caída en el volumen exportado de petróleo muestra que ni siquiera este vital sector ha escapado a la pésima administración de los recursos productivos que caracteriza al “Socialismo Siglo XXI”.
Otro dato interesante es la elevada caída en sectores clave como industria (–3,7%), comercio (–6%), construcción privada (–25%), intermediarios financieros (–7,7%), y electricidad y agua (–8,8%).
Ahora bien, los servicios del gobierno crecieron 2,9%. Nadie duda que Venezuela, con el “Socialismo Siglo XXI”, se ha atiborrado de burocracia. Pero lo interesante del dato relativo al segundo trimestre de 2010, es que fue precisamente durante esos meses que los burócratas del gobierno sólo trabajaron media jornada laboral debido a la crisis eléctrica. Los servicios que proporcionaron de seguro disminuyeron en volumen y calidad. No sería de extrañar que al BCV se le pasó por alto este "pequeño" detalle a la hora de las mediciones del PIB.