Algunos renglones del comercio al por menor registraron un cierto repunte en julio de 2009. Otros todavía no levantan cabeza.
Según el Dane, en julio las ventas del comercio minorista sin vehículos registró un crecimiento de 1.6% en relación con igual mes de 2008. Al incluir el renglón de vehículos, la caída fue de 3,7%.
Los subsectores de mayor crecimiento en julio fueron calzado y artículos de cuero (15,4%), licores y cigarrillos (6,2%), artículos de ferretería (5%), y productos de aseo personal y cosméticos (3,9%). Hubo otros renglones como textiles y confecciones (1,6%), productos farmacéuticos (1%), alimentos (0,8%), y electrodomésticos y muebles hogar (0,8%), que experimentaron una mejoría en relación con el desempeño de meses anteriores.
En contraste, se presentó en julio un deterioro en equipo de informática (–4,5%), repuestos y accesorios para vehículos (–7,5%), lubricantes para vehículos automotores (–13,1%), y sobretodo, vehículos automotores y motocicletas (–26,6%).
Da la impresión que en julio se inició una recuperación en el consumo de productos básicos. Lo normal es que esta recuperación anteceda a la de bienes de consumo durable, la cual sería impulsada eventualmente por la reducción de las tasas de interés y de la inflación, así como por la reciente relativa fortaleza del peso colombiano.
Los subsectores de mayor crecimiento en julio fueron calzado y artículos de cuero (15,4%), licores y cigarrillos (6,2%), artículos de ferretería (5%), y productos de aseo personal y cosméticos (3,9%). Hubo otros renglones como textiles y confecciones (1,6%), productos farmacéuticos (1%), alimentos (0,8%), y electrodomésticos y muebles hogar (0,8%), que experimentaron una mejoría en relación con el desempeño de meses anteriores.
En contraste, se presentó en julio un deterioro en equipo de informática (–4,5%), repuestos y accesorios para vehículos (–7,5%), lubricantes para vehículos automotores (–13,1%), y sobretodo, vehículos automotores y motocicletas (–26,6%).
Da la impresión que en julio se inició una recuperación en el consumo de productos básicos. Lo normal es que esta recuperación anteceda a la de bienes de consumo durable, la cual sería impulsada eventualmente por la reducción de las tasas de interés y de la inflación, así como por la reciente relativa fortaleza del peso colombiano.