La decisión de Standard & Poor’s de elevarle la calificación de la deuda soberana a Colombia la coloca en igual posición a la de Brasil, México y Perú.
La nueva calificación es de BBB y se extendió también a la deuda externa de Ecopetrol. Anteriormente estaba en BBB–, o sea en el último nivel de grado de inversión. Fitch Ratings todavía no la ha subido y la mantiene en BBB–, al igual que Moody’s que la califica en un equivalente Baa3. Es posible que estas dos últimas no tarden en unificarse con la calificación de Standard & Poor’s.
Las razones de mayor peso para elevar la calificación de la deuda soberana de Colombia (y la de Ecopetrol) tiene que ver con la fortaleza de su perfil fiscal, el crecimiento de su mercado interno de capitales, y sus buenas perspectivas de crecimiento económico a largo plazo. Por otro lado, el creciente nivel de reservas internacionales, que en abril de 2013 se acercan a US$40.000 millones, constituye otro factor que inspira confianza en la capacidad de la economía colombiana para enfrentar choques externos.
Esta elevación de la deuda es una buena noticia para el sector privado colombiano puesto que presiona a la baja la tasa de interés del crédito externo destinado a inversiones y muy especialmente, en el caso de sus grupos financieros que se han embarcado en una ambiciosa política de expansión en otros países de la región.
Las razones de mayor peso para elevar la calificación de la deuda soberana de Colombia (y la de Ecopetrol) tiene que ver con la fortaleza de su perfil fiscal, el crecimiento de su mercado interno de capitales, y sus buenas perspectivas de crecimiento económico a largo plazo. Por otro lado, el creciente nivel de reservas internacionales, que en abril de 2013 se acercan a US$40.000 millones, constituye otro factor que inspira confianza en la capacidad de la economía colombiana para enfrentar choques externos.
Esta elevación de la deuda es una buena noticia para el sector privado colombiano puesto que presiona a la baja la tasa de interés del crédito externo destinado a inversiones y muy especialmente, en el caso de sus grupos financieros que se han embarcado en una ambiciosa política de expansión en otros países de la región.