No será fácil lograr esto último si la cartera continúa aumentando a los acelerados ritmos actuales (crecimientos anuales sostenidos de 22%). Y si además hay una recaída de la economía global, tal como lo proyecta LaNota.com para 2012 (especialmente a partir del segundo trimestre).
Por ahora, sin embargo, los indicadores son los mejores de los últimos diez años. A septiembre de 2011, el indicador de calidad tradicional (cartera vencida sobre cartera bruta) fue de 2,8%, bastante inferior al 10,7% de enero de 2002 y sólo equiparable al que se alcanzó en el primer trimestre de 2007. Por otro lado, el indicador de provisiones sobre cartera vencida ascendió en septiembre a 163.9%, un nivel similar al pico anterior de diciembre de 2005 y superior al de todos los demás meses de estos últimos diez años.
El indicador más exigente de todos, el de calidad por calificación, medido como la cartera distinta a la calificada como A (o sea la cartera B más la C más la D y más la E) dividida por la cartera bruta, fue de apenas 6,9%. Este indicador muestra una tendencia decreciente desde inicios de 2002 cuando fue 26%. Al mismo tiempo, el indicador de cubrimiento por calificación (lo que representan las provisiones frente a la cartera distinta a la A) pasó de 30% hace diez años a 67% actualmente.
Hay que señalar adicionalmente que la evolución favorable del indicador de calidad por calificación es más importante de lo que parece a primera vista si se tiene en cuenta que gracias a las políticas de la Superintendencia Financiera las calificaciones de cartera son hoy más exigentes que en el pasado.
Finalmente vale la pena señalar que la cartera hipotecaria apenas representa 7% de la cartera total, cuando en 2002 era 26%. Es decir, el boom reciente de la edificación urbana no se fundamenta, al menos hasta ahora, en una burbuja crediticia como en los años noventa en Colombia y como lo fue recientemente en Estados Unidos y España y últimamente en China.
Pero no obstante el menor peso relativo de la cartera hipotecaria, la cartera total en este año se aproxima a 35% del PIB, en tanto que en 2002 era de 20% del PIB. No parece consistente, tanto desde el punto de vista del manejo de la inflación como del mantenimiento de la buena calidad de la cartera, incrementos sucesivos en ésta de 22% anual con crecimientos del PIB nominal de 10% anual o menos.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).
Por ahora, sin embargo, los indicadores son los mejores de los últimos diez años. A septiembre de 2011, el indicador de calidad tradicional (cartera vencida sobre cartera bruta) fue de 2,8%, bastante inferior al 10,7% de enero de 2002 y sólo equiparable al que se alcanzó en el primer trimestre de 2007. Por otro lado, el indicador de provisiones sobre cartera vencida ascendió en septiembre a 163.9%, un nivel similar al pico anterior de diciembre de 2005 y superior al de todos los demás meses de estos últimos diez años.
El indicador más exigente de todos, el de calidad por calificación, medido como la cartera distinta a la calificada como A (o sea la cartera B más la C más la D y más la E) dividida por la cartera bruta, fue de apenas 6,9%. Este indicador muestra una tendencia decreciente desde inicios de 2002 cuando fue 26%. Al mismo tiempo, el indicador de cubrimiento por calificación (lo que representan las provisiones frente a la cartera distinta a la A) pasó de 30% hace diez años a 67% actualmente.
Hay que señalar adicionalmente que la evolución favorable del indicador de calidad por calificación es más importante de lo que parece a primera vista si se tiene en cuenta que gracias a las políticas de la Superintendencia Financiera las calificaciones de cartera son hoy más exigentes que en el pasado.
Finalmente vale la pena señalar que la cartera hipotecaria apenas representa 7% de la cartera total, cuando en 2002 era 26%. Es decir, el boom reciente de la edificación urbana no se fundamenta, al menos hasta ahora, en una burbuja crediticia como en los años noventa en Colombia y como lo fue recientemente en Estados Unidos y España y últimamente en China.
Pero no obstante el menor peso relativo de la cartera hipotecaria, la cartera total en este año se aproxima a 35% del PIB, en tanto que en 2002 era de 20% del PIB. No parece consistente, tanto desde el punto de vista del manejo de la inflación como del mantenimiento de la buena calidad de la cartera, incrementos sucesivos en ésta de 22% anual con crecimientos del PIB nominal de 10% anual o menos.
(Advertencia: lanota.com sólo utiliza este nombre. No tiene relación alguna con portales o empresas que emplean la palabra lanota en otras combinaciones de nombres).