Subiría el impuestos a la renta, los prediales y el IVA. No hay una sola mención al crecimiento económico y a la inversión en su discurso.
Las declaraciones las dio en una entrevista a Yamid Amat que aparece publicada en el diario El Tiempo (23 de mayo de 2010), una semana antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
Colombia apenas está saliendo de una recesión, resultado de la crisis económica global que empezó a finales de 2008. Con la insolvencia de los gobiernos de Europa esa crisis tendrá un segundo coletazo, que afectará sin lugar a dudas a países emergentes como Colombia. El palo no está para cucharas.
Durante los últimos años, gracias a la seguridad democrática y a políticas económicas razonables, el PIB de Colombia creció a tasas promedio más altas que en el pasado. Lo hizo con base en un incremento significativo de la inversión privada, y últimamente de la inversión pública.
Es cierto que la estructura tributaria actual puede ser objeto de mejoras, por ejemplo, dirigidas a frenar la evasión y a corregir aspectos relacionados con la equidad del sistema. Pero eso es muy distinto a decir, como lo hace Mockus en la entrevista de El Tiempo, que hay que elevar la carga tributaria del país en más de 5 puntos porcentuales del PIB. ¿Estaba en sus cabales cuando dijo esto?
Se trataría de un zarpazo gigantesco a dinero que no es el suyo. Implicaría que el sector privado le transfiriera al gobierno anualmente $26.424 miles de millones adicionales a los impuestos que ya paga (pesos de 2010), lo que equivale aproximadamente a US$13,200 millones anuales adicionales. Esto es igual a casi la totalidad de los ingresos que se percibirán en este año por concepto de exportaciones no tradicionales.
Mockus dice lo que dice sin medir las consecuencias. Subir impuestos de la manera como lo propone el candidato del Partido Verde acabaría de un golpe con la incipiente reactivación económica actual. Ahuyentaría a la inversión nacional y extranjera. Frenaría en seco la creación de nuevo empleo productivo.
Elevar los impuestos en la magnitud que propone Mockus, cuando la economía colombiana apenas está saliendo de una recesión, es como darle una golpiza a un enfermo que todavía está en cuidados intensivos.
Dice que “habrá más impuestos a los ricos”. ¿De cuáles ricos habla? ¿Del 10% de grandes contribuyentes que ya pagan altos impuestos? ¿De los inversionistas extranjeros que han llegado en volumen récord al país? ¿Desde cuál nivel de ingreso o valor de finca raíz subirá los impuestos?
El empleo es el resultado final de varios factores o variables. El sector privado es quien crea la mayor parte del empleo productivo. Debería ya ser evidente para los colombianos que sin seguridad no hay inversión. Que sin inversión no hay crecimiento económico. Y que sin crecimiento no hay empleo ni la posibilidad de ampliar servicios públicos básicos.
También debería ser evidente que con altos impuestos no hay inversión, crecimiento y empleo. No es el momento para experimentar o improvisar con políticas que afectarían estructuralmente la creación de empleo productivo.
En ambas cruciales áreas para la Colombia actual, en seguridad y en el tema tributario, lo que ha dejado entrever Mockus, en medio de sus planteamientos ambiguos y sus frecuentes rectificaciones, es un desconocimiento sobre cómo se genera más y mejor empleo, precisamente el tema que con razón más inquieta hoy en día a los colombianos.
Durante los últimos años, gracias a la seguridad democrática y a políticas económicas razonables, el PIB de Colombia creció a tasas promedio más altas que en el pasado. Lo hizo con base en un incremento significativo de la inversión privada, y últimamente de la inversión pública.
Es cierto que la estructura tributaria actual puede ser objeto de mejoras, por ejemplo, dirigidas a frenar la evasión y a corregir aspectos relacionados con la equidad del sistema. Pero eso es muy distinto a decir, como lo hace Mockus en la entrevista de El Tiempo, que hay que elevar la carga tributaria del país en más de 5 puntos porcentuales del PIB. ¿Estaba en sus cabales cuando dijo esto?
Se trataría de un zarpazo gigantesco a dinero que no es el suyo. Implicaría que el sector privado le transfiriera al gobierno anualmente $26.424 miles de millones adicionales a los impuestos que ya paga (pesos de 2010), lo que equivale aproximadamente a US$13,200 millones anuales adicionales. Esto es igual a casi la totalidad de los ingresos que se percibirán en este año por concepto de exportaciones no tradicionales.
Mockus dice lo que dice sin medir las consecuencias. Subir impuestos de la manera como lo propone el candidato del Partido Verde acabaría de un golpe con la incipiente reactivación económica actual. Ahuyentaría a la inversión nacional y extranjera. Frenaría en seco la creación de nuevo empleo productivo.
Elevar los impuestos en la magnitud que propone Mockus, cuando la economía colombiana apenas está saliendo de una recesión, es como darle una golpiza a un enfermo que todavía está en cuidados intensivos.
Dice que “habrá más impuestos a los ricos”. ¿De cuáles ricos habla? ¿Del 10% de grandes contribuyentes que ya pagan altos impuestos? ¿De los inversionistas extranjeros que han llegado en volumen récord al país? ¿Desde cuál nivel de ingreso o valor de finca raíz subirá los impuestos?
El empleo es el resultado final de varios factores o variables. El sector privado es quien crea la mayor parte del empleo productivo. Debería ya ser evidente para los colombianos que sin seguridad no hay inversión. Que sin inversión no hay crecimiento económico. Y que sin crecimiento no hay empleo ni la posibilidad de ampliar servicios públicos básicos.
También debería ser evidente que con altos impuestos no hay inversión, crecimiento y empleo. No es el momento para experimentar o improvisar con políticas que afectarían estructuralmente la creación de empleo productivo.
En ambas cruciales áreas para la Colombia actual, en seguridad y en el tema tributario, lo que ha dejado entrever Mockus, en medio de sus planteamientos ambiguos y sus frecuentes rectificaciones, es un desconocimiento sobre cómo se genera más y mejor empleo, precisamente el tema que con razón más inquieta hoy en día a los colombianos.