Los resultados de sus encuestas acerca de las elección presidencial de Colombia son erráticos. No sucede lo mismo con las otras firmas encuestadoras.
En la última encuesta de Ipsos Napoleón Franco (24 y 25 de abril), en el lapso de 10 días el candidato Antanas Mockus pasó de 20% en intención de voto a 38%, un salto para este candidato muy superior al que registran las otras encuestas. Según esta encuesta, en la primera vuelta Mockus supera más allá del margen de error a Juan Manuel Santos, quien contabiliza 29% de la intención de voto. En otras encuestas, tales como la del Centro Nacional de Consultoría e Invamer Gallup realizadas en la misma época, Santos supera a Mockus en la primera vuelta (35% versus 34% y 34% versus 32%, respectivamente).
Pero retornemos al tema de las encuestas de Ipsos Napoleón Franco. También en su última encuesta se esfumaron, como por arte de magia, la intención de voto de los candidatos Jaime Araujo y Jairo Enrique Calderón, quienes sorpresivamente habían registrado cada uno 5% en la encuesta de hacía 10 días. En ella, estos dos candidatos registraron una intención de voto similar a la de Rafael Pardo y superior a la de Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras. Nadie se explica cómo estos dos candidatos habían logrado esta hazaña, dado que nunca habían registrado intención de voto en otras encuestas. Sin embargo, la alegría de Araujo y Calderón duró poco puesto que su intención de voto desapareció 10 días después.
Pero retornemos al tema de las encuestas de Ipsos Napoleón Franco. También en su última encuesta se esfumaron, como por arte de magia, la intención de voto de los candidatos Jaime Araujo y Jairo Enrique Calderón, quienes sorpresivamente habían registrado cada uno 5% en la encuesta de hacía 10 días. En ella, estos dos candidatos registraron una intención de voto similar a la de Rafael Pardo y superior a la de Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras. Nadie se explica cómo estos dos candidatos habían logrado esta hazaña, dado que nunca habían registrado intención de voto en otras encuestas. Sin embargo, la alegría de Araujo y Calderón duró poco puesto que su intención de voto desapareció 10 días después.
La verdad es que cuando se trata de comparar encuestas realizadas por la misma firma con una misma metodología, no son creíbles variaciones tan bruscas en tan corto tiempo.