Jorge Ospina Sardi
Arrancaron las campañas finales para las elecciones presidenciales colombianas de 2026. Aquí unos breves comentarios sobre eventos recientes que llaman la atención.
El primero de ellos se refiere a una portada de la revista Semana (septiembre 21 de 2025) con la que introduce un reportaje a Juan Carlos Pinzón. "Este país no necesita payasos". No solamente Pinzón y Semana denigran de quienes ejercen la profesión de payasos, sino que el personaje insulta a su contendor Abelardo de la Espriella, quien actualmente lidera las encuestas de quienes se oponen al gobierno de Gustavo Petro.
Abelardo no es ningún "payaso". Es un respetado abogado dueño de uno de los bufetes mas importantes del país. Es además un emprendedor. Si a Pinzón no le gusta su estilo de hacer política ese es su problema y no el de nadie mas. El insulto de Pinzón se extiende a los innumerables simpatizantes que Abelardo ha logrado atraer en el corto tiempo que lleva su campaña.
Si de insultar por el estilo se tratara, se podría decir que Pinzón es un político desteñido, un "hombre gris" que se ha especializado en vivir del dinero de los contribuyentes como funcionario del gobierno colombiano y de la burocracia internacional. ¿Ha sido un buen funcionario? Si. Pero hasta allí llegan sus logros. No hay nada en su hoja de vida que se destaque especialmente.
Ya Colombia tuvo recientemente un Presidente mas o menos del mismo "corte" de Pinzón. Y ese fue Iván Duque.
Pero pasemos al tema de Vicky Dávila. Como candidata "subió como palma y cayó como coco". El ingreso de Abelardo a la contienda presidencial acabó con Vicky. Y ella se ayudó en eso.
Se fue lanza en ristre contra Abelardo con una serie de acusaciones sin respaldo firme alguno. Lo tildó de "tigre de papel", lo acusó de haber sido abogado de paramilitares y narcotraficantes, de "ser ostentoso y de mal gusto", etc, etc, etc. Para concluir que "no nos vamos a dejar montar en la presidencia a un imprensentable igual o peor que Petro."
Nada concreto al final de cuentas sobre una persona que no tiene deudas pendientes con la justicia. Su opinión sobre Abelardo puede ser la peor, pero ese es su problema y no el de nadie mas. Expresó sus temerarias observaciones cuando se desplomó en las encuestas. Fatal coincidencia sin duda porque "respirar por la herida" le resta toda credibilidad a sus opiniones.
Pero además, ¿quién es Vicky? ¿Una buena periodista? Si. ¿Una mujer valiente y corajuda? Si. Pero básicamente pare de contar. ¿Títulos suficientes para ser Presidente de este complejo país? Estaría por verse. Que se auto nombre juez y parte acerca de quién puede y quién no puede aspirar a la Presidencia eso es "harina de otro costal".
Y por último, unas palabras sobre Álvaro Uribe y las corralejas. Colombia se quedó sin partidos políticos que sean capaces de seleccionar y llevar, en procesos democráticos y ordenados, a su candidato a la primera vuelta presidencial.
Entonces los políticos se han inventado este cuento de las corralejas. Decenas de precandidatos que aspiran a participar en unas consultas que reúnen a los de los partidos y a muchos independientes que van por firmas. Hay corralejas con mas de quince precandidatos.
Álvaro Uribe y el Centro Democrático tienen su propia corraleja. Escogerán entre cinco precandidatos. Pero el candidato que de ahí surja seguirá siendo precandidato porque deberá participar en marzo en una consulta con los ganadores de otras corralejas. Mientras tanto el jefe del partido se la pasa en "coqueteos" con precandidatos que no son de su partido.
Uribe no cree en los precandidatos de su partido. Hace y deshace como se le da la gana. Y es así como el Centro Democrático ha dejado de ser el partido mas serio y moderno del escenario político colombiano y se ha convertido en uno mas que compite en pequeñeces y triquiñuelas con los otros.