Jorge Ospina Sardi

Reflexiones sobre la coyuntura política actual colombiana. Con Paloma Valencia ya son siete precandidatos que participarán en esta que llaman la "gran consulta". Se rumora que también estará Juan Carlos Pinzón y a lo mejor Enrique Peñalosa

Hasta ahora la tónica de quienes participan en esta consulta es la de que todos pertenecen a la misma cofradía política, todos piensan mas o menos igual y a todos se les aplica el lema de los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas: "¡Todos para uno y uno para todos!" Sin excepción, le rinden pleitesía a "la unidad".

Pero, ¿de qué estamos hablando? ¿No se supone que van a competir por votos? Entonces, ¿cómo escoger si no hay mayores diferencias entre ellos? Se presentan como de "centro derecha", pero son mas de centro e incluso de centro izquierda que de derecha.

Dado que Abelardo De La Espriella –que sí es un candidato de derecha– ha tenido tan buena acogida, y como la derecha está de moda en el planeta y el centro no es "ni fu ni fa", a estos precandidatos de la "gran consulta" les ha dado por decir que ellos están untados de derecha.

Nada de malo con esto, excepto la confusión que crean en el electorado, que es la misma de algunos medios de comunicación que consideran que es de derecha todo lo que no es afín a la izquierda del gobierno de Gustavo Petro. Incluso han clasificado al candidato Sergio Fajardo como de "derecha", cuando en realidad siempre ha sido de centro izquierda.

En Colombia el "centro" se ha convertido en el campo de batalla de dos ex Presidentes, Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos. El primero siempre le ha coqueteado a la derecha, especialmente por coincidir con ella en temas como lo relacionado con el manejo de la seguridad ciudadana y el orden público, mientras que el segundo le ha coqueteado a la izquierda con sus laxos y permisivos procesos de paz con grupos que utilizan "todas las formas imaginables de delincuencia" para lograr objetivos políticos.

La derecha ha adolecido de un gran vacío de liderazgo. De uno con arraigo popular y eso ha beneficiado al ex Presidente Uribe, quien en el fondo de su corazón es un social demócrata moderado. Sin embargo, la usurpación de Uribe y sus partidarios del espectro de la derecha se ha puesto en entredicho últimamente con la sorprendente irrupción en el escenario electoral de De La Espriella.

Esa irrupción en la actual campaña presidencial trastocó las estrategias y esquemas de los principales partidos políticos, incluido el Centro Democrático (CD). Ninguno de ellos, excepto el CD, ha optado por jugársela con un candidato propio.

El CD decidió no llegar directamente a la primera vuelta presidencial con su candidata Paloma Valencia sino que resolvió que ella participara en la "gran consulta". Su apuesta es que Valencia alcanzará la mayor votación gracias al apoyo de una maquinaria partidista importante que estará impulsada e incentivada por las elecciones para Congreso que tendrán lugar ese mismo día (8 de marzo de 2026).

Si esto último se diera llegarían a la primera vuelta Abelardo De La Espriella, Paloma Valencia, Sergio Fajardo y un candidato de la izquierda que por ahora es Iván Cepeda (estando pendiente la decisión de una consulta también ese 8 de marzo para crear un supuesto "frente amplio" con personajes mas moderados).

Ahora bien, en este escenario habría en las elecciones presidenciales candidatos de derecha, de centro y de izquierda. De hecho, dos candidaturas importantes de centro: Valencia (o quien gane la "gran consulta") y Fajardo. En la derecha propiamente dicha solamente estaría De La Espriella.

La "gran consulta" del Tin Marín de Do Pingüé es de "centro". A eso no hay que darle mas vueltas de hoja. De hecho, se puede afirmar que prácticamente da lo mismo votar por cualquiera de quienes ahí compiten, y por eso el título de este artículo.  

Los electores que son seducidos por el "ni fu ni fa" centrista pueden escoger tirando monedas al aire o con la canción De Tin Marín de Do Pingüé. En el siguiente enlace hay una de tantas interpretaciones de esta canción infantil:

https://www.youtube.com/watch?v=XFRdeMXCqM4&list=RDXFRdeMXCqM4&start_radio=1

Todos los precandidatos de la "gran consulta" en sus declaraciones se han mostrado relativamente hostiles a De La Espriella. Y no es de extrañar dada su condición de "outsider" de la política tradicional colombiana y porque sus planteamientos encuadran sin misterio alguno con lo que se identifica como pensamiento político de derecha y no de centro. 

A estas alturas de la contienda electorial hay otro tema que despierta interés. Con los candidatos del "centro" no es fácil saber si poseen o no el valor y coraje de hacer lo difícil, por ejemplo en áreas como el combate a las distintas formas de delincuencia, la reducción del Estado y el saneamiento de las finanzas públicas. ¿Tendrán el carácter y la fuerza de voluntad para hacerlo y no perderse en interminables negociaciones, procrastinaciones y diálogos con quienes no están de acuerdo?

En lo que va de la campaña electoral De La Espriella transmite la impresión que tiene la determinación y que no le temblará el pulso para cumplir con sus mas difíciles promesas. Dice que "llegó tarde a la repartición del miedo".

En cambio, al menos hasta ahora, no hay esa claridad en relación con los candidatos de la "gran consulta". En parte eso explica la mayor acogida que ha tenido el Tigre (como familiarmente lo llaman sus seguidores). Pero bueno, todavía quedan mas de dos meses para el 8 de marzo y mas de cuatro meses para la primera vuelta presidencial, lo que en política es una eternidad.