Esta es la historia de uno de los innumerables tipos de corrupción que se presentan con inusitada frecuencia en las licitaciones de entidades públicas de Colombia.
Cuando me contaron la historia tal vez lo que mas me indignó fue el descaro con el que ha actuado el IDRD (Instituto Distrital de Recreación y Deporte) en el caso de la licitación de la pista de atletismo del parque Simón Bolívar del complejo El Salitre (Licitación Pública IDRD-STS-LP-033-2017). Si después de todo lo que se ha comentado últimamente sobre este tema de la corrupción en las licitaciones del gobierno colombiano se sigue igual a siempre, entonces apague y vámonos.
La firma alemana BSW Regupol, una muy respetable e importante firma de su país, compite exitosamente a nivel internacional en el renglón de las pistas de atletismo. Sus pistas son las predominantes, entre otros países, en Jamaica. En ellas entrenan y compiten los muy exitosos atletas de esa isla, incluido el campeonísimo Usain Bolt. Pero además a las pistas de BSW Regupol se las encuentra a lo largo y ancho de los cinco continentes del planeta, y en toda clase de escenarios de competición.
Son varias las tecnologías que utilizan los fabricantes de las pistas. Por ejemplo, la italiana Mondo, un importante productor, emplea el tipo tapete. Otros utilizan la de chorreado “in situ”. BSW Regupol utiliza la de tipo “sándwich”. Esta tecnología de la firma alemana tiene ventajas sobre las otras por su mayor espesor, homogeneidad y duración. Cuenta con todos los avales de la IAAF (International Association of Athletics Federations). Y sus precios son altamaente competitivos.
En el caso de la licitación del IDRD, no obstante las audiencias que tuvieron lugar para explicar diferencias y ventajas, se excluyó de los pliegos de la licitación la tecnología “sándwich” con la siguiente increíble explicación: “los productos ofertados por Regupol-BSW ofrecen acabados para pistas tipo semi sandwich, CUYA ESPECIFICACIÓN NO SE AJUSTA A LA EXPECTATIVA QUE TIENE LA ENTIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PISTA” (mayúsculas mías). Y pare de contar.
¿Cuál expectativa? Se está excluyendo un oferente competitivo a nivel internacional en calidad y precios sin razones concretas porque sencillmente no las puede haber. ¡Con qué desfachatez y arrogancia se hace esta exclusión y además con nombre propio!
Si se excluye de la licitación en forma tan arbitraria a BSW Regupol es por miedo a su propuesta. El temor a una propuesta de calidad con precios competitivos. Aparentemente de lo que se trata es de favorecer a un proponente que no puede proporcionar la misma calidad, pero al que el IDRD le pagará como si se tratara de un producto de la mejor calidad. Cambian los alcaldes, pero la corrupción en el IDRD se mantiene vivita y coleando.
Lo que debería suceder con estas licitaciones es garantizar la mayor participación posible de oferentes. Todo lo opuesto a lo que busca el IDRD: que sea el menor número posible manipulando el contenido de los pliegos. Por cualquier lado que se analice ES CORRUPCIÓN, una que sirve de base para validar la que eventualmente tendrá lugar mas adelante a lo largo del proceso de adjudicación y construcción de las obras.
La firma alemana BSW Regupol, una muy respetable e importante firma de su país, compite exitosamente a nivel internacional en el renglón de las pistas de atletismo. Sus pistas son las predominantes, entre otros países, en Jamaica. En ellas entrenan y compiten los muy exitosos atletas de esa isla, incluido el campeonísimo Usain Bolt. Pero además a las pistas de BSW Regupol se las encuentra a lo largo y ancho de los cinco continentes del planeta, y en toda clase de escenarios de competición.
Son varias las tecnologías que utilizan los fabricantes de las pistas. Por ejemplo, la italiana Mondo, un importante productor, emplea el tipo tapete. Otros utilizan la de chorreado “in situ”. BSW Regupol utiliza la de tipo “sándwich”. Esta tecnología de la firma alemana tiene ventajas sobre las otras por su mayor espesor, homogeneidad y duración. Cuenta con todos los avales de la IAAF (International Association of Athletics Federations). Y sus precios son altamaente competitivos.
En el caso de la licitación del IDRD, no obstante las audiencias que tuvieron lugar para explicar diferencias y ventajas, se excluyó de los pliegos de la licitación la tecnología “sándwich” con la siguiente increíble explicación: “los productos ofertados por Regupol-BSW ofrecen acabados para pistas tipo semi sandwich, CUYA ESPECIFICACIÓN NO SE AJUSTA A LA EXPECTATIVA QUE TIENE LA ENTIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PISTA” (mayúsculas mías). Y pare de contar.
¿Cuál expectativa? Se está excluyendo un oferente competitivo a nivel internacional en calidad y precios sin razones concretas porque sencillmente no las puede haber. ¡Con qué desfachatez y arrogancia se hace esta exclusión y además con nombre propio!
Si se excluye de la licitación en forma tan arbitraria a BSW Regupol es por miedo a su propuesta. El temor a una propuesta de calidad con precios competitivos. Aparentemente de lo que se trata es de favorecer a un proponente que no puede proporcionar la misma calidad, pero al que el IDRD le pagará como si se tratara de un producto de la mejor calidad. Cambian los alcaldes, pero la corrupción en el IDRD se mantiene vivita y coleando.
Lo que debería suceder con estas licitaciones es garantizar la mayor participación posible de oferentes. Todo lo opuesto a lo que busca el IDRD: que sea el menor número posible manipulando el contenido de los pliegos. Por cualquier lado que se analice ES CORRUPCIÓN, una que sirve de base para validar la que eventualmente tendrá lugar mas adelante a lo largo del proceso de adjudicación y construcción de las obras.