Una de ellas es la de analistas de Morgan Stanley, quienes incluso se atrevieron a afirmar que España podría convertirse en la próxima ‘Alemania’ de la zona euro.
Esta temeraria aseveración fue de los analistas Joachim Fels y Sung Woen Kang. Argumentan que en España los costos unitarios laborales están cayendo debido a la recesión y a las reformas que ha introducido el gobierno de Mariano Rajoy, al tiempo que se observa un fuerte repunte de las exportaciones. Por otro lado, en Alemania con sus muy bajas tasas de interés, salarios en aumento, y valor de la finca raíz al alza, se está presentando un deterioro en su competitividad externa.
Concluyen que dentro de tres a cinco años España rivalizará con Alemania como una de las economías de la Unión Europea mas orientada hacia las exportaciones. Consideran que este período es el que se necesita para que las actuales medidas de reforma y austeridad surtan un pleno impacto.
Sobra decir que no todo el mundo está de acuerdo con estas apreciaciones. Algunos contra argumentan que los costos unitarios laborales no son el principal elemento determinante de la vocación exportadora de un país, que España todavía adolece de muchas rigidices en el mercado laboral, que la carga de los beneficios sociales continúa siendo muy elevada, y que falta bastante para sanear la cartera hipotecaria morosa.
Con todo, nadie pone en duda que España ha hecho progresos con sus reformas económicas, tal como lo reconociera el gobernador del Banco Central Europeo Mario Draghi. Lo importante parecería ser que el gobierno actual español no pierda su impulso reformador, en medio de los acosos políticos y separatistas que enfrenta. Lo peor sería que las reformas económicas se quedaran a medio camino y que en poco tiempo España retome un rumbo fiscal insostenible, con una población sufriendo nuevamente de los espejismos que produce un Estado Bienestar inviable, de esos que son un castillo en el aire construido al debe y pegado con las babas de la demagogia política.
Concluyen que dentro de tres a cinco años España rivalizará con Alemania como una de las economías de la Unión Europea mas orientada hacia las exportaciones. Consideran que este período es el que se necesita para que las actuales medidas de reforma y austeridad surtan un pleno impacto.
Sobra decir que no todo el mundo está de acuerdo con estas apreciaciones. Algunos contra argumentan que los costos unitarios laborales no son el principal elemento determinante de la vocación exportadora de un país, que España todavía adolece de muchas rigidices en el mercado laboral, que la carga de los beneficios sociales continúa siendo muy elevada, y que falta bastante para sanear la cartera hipotecaria morosa.
Con todo, nadie pone en duda que España ha hecho progresos con sus reformas económicas, tal como lo reconociera el gobernador del Banco Central Europeo Mario Draghi. Lo importante parecería ser que el gobierno actual español no pierda su impulso reformador, en medio de los acosos políticos y separatistas que enfrenta. Lo peor sería que las reformas económicas se quedaran a medio camino y que en poco tiempo España retome un rumbo fiscal insostenible, con una población sufriendo nuevamente de los espejismos que produce un Estado Bienestar inviable, de esos que son un castillo en el aire construido al debe y pegado con las babas de la demagogia política.