Se están presentando los primeros indicios de una tendencia al alza de la inflación al consumidor en Colombia. El dato de junio de 2013 no fue alentador en este sentido.
En junio, la inflación anual al consumidor se situó en 2,16% su nivel mas alto en este año. Los renglones de vivienda, vestuario, salud, transporte y esparcimiento ratificaron su tendencia ascendente, en tanto que el renglón de alimentos dejó de caer.
Es cierto que la inflación está actualmente en el rango bajo de la meta oficial trazada por la Junta Directiva del Banco de la República. Pero lo que preocupa es que se ha empezado a reafirmar una tendencia al alza que podría acelerarse en los próximos meses. De hecho, a nivel de precios al productor también hay indicios de un cambio de tendencia hacia el alza.
Es irrisorio pensar que con la actual muy laxa política monetaria, al lado de una inducida devaluación del peso (que supera el 7% anual), la inflación no empezará a acelerarse. La junta Directiva del Banco de la República sencillamente está jugando con candela. Permitir que los medios de pago (M1) crezcan a tasas superiores a 15% anual es botar por la caneca todo el esfuerzo que se ha hecho para que la inflación no socave los ingresos reales de los colombianos y especialmente los de la población mas vulnerable.
Lo que al final de cuentas indica el dato de inflación de junio es que se agotó el margen para que el Banco de la República continúe acumulando reservas internacionales al estrambótico ritmo de los últimos meses.
Es cierto que la inflación está actualmente en el rango bajo de la meta oficial trazada por la Junta Directiva del Banco de la República. Pero lo que preocupa es que se ha empezado a reafirmar una tendencia al alza que podría acelerarse en los próximos meses. De hecho, a nivel de precios al productor también hay indicios de un cambio de tendencia hacia el alza.
Es irrisorio pensar que con la actual muy laxa política monetaria, al lado de una inducida devaluación del peso (que supera el 7% anual), la inflación no empezará a acelerarse. La junta Directiva del Banco de la República sencillamente está jugando con candela. Permitir que los medios de pago (M1) crezcan a tasas superiores a 15% anual es botar por la caneca todo el esfuerzo que se ha hecho para que la inflación no socave los ingresos reales de los colombianos y especialmente los de la población mas vulnerable.
Lo que al final de cuentas indica el dato de inflación de junio es que se agotó el margen para que el Banco de la República continúe acumulando reservas internacionales al estrambótico ritmo de los últimos meses.