El banco de la República subió recientemente su tasas de interés de intervención de 3,00% a 3,50% anual. Se esperan más alzas.
Es cierto que en febrero de 2011 se revirtió una tendencia de aumento en la inflación que venía desde el segundo trimestre del año anterior. La actual inflación anual de 3,17% se aproxima al punto medio de la meta del Banco de la República para este año que está entre 2% y 4%. Todavía es temprano para concluir que el reciente brote inflacionario está bajo control, más aún si se tiene en cuenta que en distintos países del planeta, cercanos y lejanos, se está experimentando un aumento no deseado en los precios.
Algunos datos sugieren que la política monetaria es actualmente demasiado expansiva si lo que se quiere es mantener la inflación en los bajos niveles actuales. Por ejemplo, a comienzos de marzo de 2011 los medios de pago (M1) crecían a una tasa anual de 19% y la liquidez ampliada (M3) a una tasa anual de 10,9%. Ambos porcentajes han ido en aumento en el último año, y responden a una tendencia que parece continuará en los próximos meses. Se trata indudablemente de tasas muy superiores a la meta de inflación anual.
Por otro lado, el total de la cartera neta del sistema financiero crecía, también a comienzos de marzo, a una tasa anual de 20,5% (frente a una tasa anual de 2,6% hace un año). Si se mantienen durante un año o más incrementos porcentuales de esta magnitud, sería inevitable la creación de burbujas de consumo e hipotecarias y niveles no sostenibles de endeudamiento por parte del sector privado.
La mayor demanda generada por la elevada liquidez reciente se ha traducido en aumentos desbordados de las importaciones de bienes. Solamente en enero de 2011 su aumento interanual fue de 39,8%. En meses anteriores su crecimiento interanual bordeó 30%. Este ritmo de crecimiento no se ha traducido en déficit en la balanza comercial debido a incremento de los precios internacionales del petróleo y otras productos básicos que exporta Colombia, pero es evidente que es insostenible a mediano plazo, y muy especialmente si se presenta un retraimiento de la economía global tal como se anticipa para el segundo semestre de 2011 o comienzos de 2012.
Ahora bien, es preciso reconocer que en los últimos tres meses las tasas de interés de colocación han ido en aumento, revirtiendo su tendencia descendente de 2009 y buena parte de 2010. La tasa efectiva anual de interés del crédito de consumo era a finales de febrero 17,74% y hace tres meses 16.58%. Y el promedio de tasas efectivas anuales de interés de todos los créditos subió de 8.57% a 10,64% en el mismo lapso.
Se podría argumentar que los aumentos recientes de las tasas de interés de intervención del Banco de la República fueron oportunos pero todavía insuficientes para encauzar la economía por un sendero de un crecimiento económico moderado no inflacionario. Esta afirmación se refuerza con el hecho de que el gobierno nacional se ha fijado unas metas de gasto público que parecen muy ambiciosas, por lo menos a primera vista.
Así las cosas, se concluye que son previsibles incrementos adicionales en las tasas de interés en los próximos meses, aún con una inflación bajo control. No sería de extrañar que hacia mediados de 2011 la tasa de interés del Banco de la República sea 4,00%, y las tasas de colocación sean superiores en uno o dos puntos porcentuales a las actualmente prevalecientes.
Algunos datos sugieren que la política monetaria es actualmente demasiado expansiva si lo que se quiere es mantener la inflación en los bajos niveles actuales. Por ejemplo, a comienzos de marzo de 2011 los medios de pago (M1) crecían a una tasa anual de 19% y la liquidez ampliada (M3) a una tasa anual de 10,9%. Ambos porcentajes han ido en aumento en el último año, y responden a una tendencia que parece continuará en los próximos meses. Se trata indudablemente de tasas muy superiores a la meta de inflación anual.
Por otro lado, el total de la cartera neta del sistema financiero crecía, también a comienzos de marzo, a una tasa anual de 20,5% (frente a una tasa anual de 2,6% hace un año). Si se mantienen durante un año o más incrementos porcentuales de esta magnitud, sería inevitable la creación de burbujas de consumo e hipotecarias y niveles no sostenibles de endeudamiento por parte del sector privado.
La mayor demanda generada por la elevada liquidez reciente se ha traducido en aumentos desbordados de las importaciones de bienes. Solamente en enero de 2011 su aumento interanual fue de 39,8%. En meses anteriores su crecimiento interanual bordeó 30%. Este ritmo de crecimiento no se ha traducido en déficit en la balanza comercial debido a incremento de los precios internacionales del petróleo y otras productos básicos que exporta Colombia, pero es evidente que es insostenible a mediano plazo, y muy especialmente si se presenta un retraimiento de la economía global tal como se anticipa para el segundo semestre de 2011 o comienzos de 2012.
Ahora bien, es preciso reconocer que en los últimos tres meses las tasas de interés de colocación han ido en aumento, revirtiendo su tendencia descendente de 2009 y buena parte de 2010. La tasa efectiva anual de interés del crédito de consumo era a finales de febrero 17,74% y hace tres meses 16.58%. Y el promedio de tasas efectivas anuales de interés de todos los créditos subió de 8.57% a 10,64% en el mismo lapso.
Se podría argumentar que los aumentos recientes de las tasas de interés de intervención del Banco de la República fueron oportunos pero todavía insuficientes para encauzar la economía por un sendero de un crecimiento económico moderado no inflacionario. Esta afirmación se refuerza con el hecho de que el gobierno nacional se ha fijado unas metas de gasto público que parecen muy ambiciosas, por lo menos a primera vista.
Así las cosas, se concluye que son previsibles incrementos adicionales en las tasas de interés en los próximos meses, aún con una inflación bajo control. No sería de extrañar que hacia mediados de 2011 la tasa de interés del Banco de la República sea 4,00%, y las tasas de colocación sean superiores en uno o dos puntos porcentuales a las actualmente prevalecientes.