El gobierno Canadá está impulsando vigorosamente el tratado de libre comercio entre los dos países.
El Primer Ministro Harper, del Partido Conservador, instó al Parlamento de su país a aprobar tan pronto como sea posible el acuerdo comercial con Colombia. Señaló que la aprobación sería una clara señal contra las fuerzas del proteccionismo en el resto del mundo y particularmente en el Congreso de Estados Unidos donde se está promoviendo en los paquetes de estímulo provisiones como las de “compre americano”.
(Que visión tan parroquial la de estos congresistas de Estados Unidos. ¡Que tal que a todos los países del planeta les diera por comprar solo lo que producen internamente!).
El TLC con Colombia tiene buenas posibilidades de pasar por el Parlamento de Canadá debido al apoyo del opositor Partido Liberal. La posición de Canadá contrasta con la del gobierno y el Congreso de Estados Unidos, que se han dedicado a pontificar sobre los problemas de Colombia, como si ellos (y el resto del planeta) no los tuvieran también muy serios. Les ha dado por maltratar al que se supone es un aliado, a la hora de sacar adelante temas como el del TLC, un acuerdo que ya fue firmado por los gobiernos de ambos países.
Es patético que en Colombia todavía crean el cuento de que la administración Obama considera a ese país “un aliado estratégico” y “su principal amigo en la región”. Muchos ahí todavía se obnubilan con el blah blah blah de Obama y de los congresistas que lo apoyan. Sin embargo, para Obama y su combo, Colombia es un país lleno de problemas que no merece un trato de primera y ni siquiera de segunda. Lo único que han hecho desde que llegaron al poder es utilizar a Colombia como trompo de poner a la hora de hacerle el juego a los sindicatos y a grupos izquierdistas que les proporcionaron apoyo electoral.
(Que visión tan parroquial la de estos congresistas de Estados Unidos. ¡Que tal que a todos los países del planeta les diera por comprar solo lo que producen internamente!).
El TLC con Colombia tiene buenas posibilidades de pasar por el Parlamento de Canadá debido al apoyo del opositor Partido Liberal. La posición de Canadá contrasta con la del gobierno y el Congreso de Estados Unidos, que se han dedicado a pontificar sobre los problemas de Colombia, como si ellos (y el resto del planeta) no los tuvieran también muy serios. Les ha dado por maltratar al que se supone es un aliado, a la hora de sacar adelante temas como el del TLC, un acuerdo que ya fue firmado por los gobiernos de ambos países.
Es patético que en Colombia todavía crean el cuento de que la administración Obama considera a ese país “un aliado estratégico” y “su principal amigo en la región”. Muchos ahí todavía se obnubilan con el blah blah blah de Obama y de los congresistas que lo apoyan. Sin embargo, para Obama y su combo, Colombia es un país lleno de problemas que no merece un trato de primera y ni siquiera de segunda. Lo único que han hecho desde que llegaron al poder es utilizar a Colombia como trompo de poner a la hora de hacerle el juego a los sindicatos y a grupos izquierdistas que les proporcionaron apoyo electoral.