En diciembre de 2010 tanto la inflación al consumidor como al productor registraron un preocupante salto.
La variación mensual en diciembre de los precios al consumidor de 0,65% fue la mayor de los últimos 11 años para ese mes. El crudo invierno fue sin duda la principal causa de esta aceleración en la inflación. El renglón de alimentos tuvo un incremento mensual de 1,65% y el de transporte de 0,65%.
Así también, los precios al productor contabilizaron en diciembre un crecimiento mensual de 1,69%, impulsados por los productos agropecuarios que se elevaron 4,19%.
Durante 2010 el incremento de la inflación al consumidor fue de 3,17%, ligeramente por encima de la meta promedio de inflación que se había trazado la Junta Directiva del Banco de la República que era de 3%. Para 2011 la Junta mantuvo la meta de entre 2% y 4%.
En realidad la tendencia de la inflación al consumidor ha sido creciente desde marzo de 2010 cuando alcanzó su punto más bajo de 1,84% anual. Pero esta tendencia ha estado determinada básicamente por las oscilaciones del renglón de alimentos. Otros renglones como vivienda, salud y educación han mostrado un comportamiento relativamente estable, con variaciones anuales positivas en el horizonte de 4%.
Es de esperar que, con condiciones climatológicas más favorables, la producción agropecuaria se recupere eventualmente y que ello se traduzca en una disminución de la inflación. Pero para que eso suceda habría que esperar al segundo trimestre de 2011. En el entretanto, durante el primer trimestre podría presentarse una aceleración adicional de la inflación anual.
Es importante, entonces, que en los próximos meses las expectativas de inflación no se disparen. El reciente aumento del salario mínimo de 3,4% ayudará a que ello no suceda. La meta promedio de inflación del Banco de la República para 2011 de 3% también contribuirá. La estabilidad prevista de la tasa de cambio en los próximos meses será igualmente un factor positivo en este sentido.
Pero, como sea, lo único cierto es que ahora son mayores las probabilidades de que el Banco de la República contemple seriamente la alternativa de realizar unos ajustes al alza en sus tasas de interés de intervención, las que quedaron en un nivel inferior al de la inflación anual.
Así también, los precios al productor contabilizaron en diciembre un crecimiento mensual de 1,69%, impulsados por los productos agropecuarios que se elevaron 4,19%.
Durante 2010 el incremento de la inflación al consumidor fue de 3,17%, ligeramente por encima de la meta promedio de inflación que se había trazado la Junta Directiva del Banco de la República que era de 3%. Para 2011 la Junta mantuvo la meta de entre 2% y 4%.
En realidad la tendencia de la inflación al consumidor ha sido creciente desde marzo de 2010 cuando alcanzó su punto más bajo de 1,84% anual. Pero esta tendencia ha estado determinada básicamente por las oscilaciones del renglón de alimentos. Otros renglones como vivienda, salud y educación han mostrado un comportamiento relativamente estable, con variaciones anuales positivas en el horizonte de 4%.
Es de esperar que, con condiciones climatológicas más favorables, la producción agropecuaria se recupere eventualmente y que ello se traduzca en una disminución de la inflación. Pero para que eso suceda habría que esperar al segundo trimestre de 2011. En el entretanto, durante el primer trimestre podría presentarse una aceleración adicional de la inflación anual.
Es importante, entonces, que en los próximos meses las expectativas de inflación no se disparen. El reciente aumento del salario mínimo de 3,4% ayudará a que ello no suceda. La meta promedio de inflación del Banco de la República para 2011 de 3% también contribuirá. La estabilidad prevista de la tasa de cambio en los próximos meses será igualmente un factor positivo en este sentido.
Pero, como sea, lo único cierto es que ahora son mayores las probabilidades de que el Banco de la República contemple seriamente la alternativa de realizar unos ajustes al alza en sus tasas de interés de intervención, las que quedaron en un nivel inferior al de la inflación anual.