En realidad, las tasas de interés en Colombia cayeron a un punto históricamente bajo durante 2009–2010, tanto en términos nominales como en términos reales, después del estallido de la crisis económica global de finales de 2008. Si bien la inflación se ha mantenido en niveles concordantes con las metas trazadas por las autoridades monetarias (en el rango entre 2% y 4%), se ha consolidado finalmente la reactivación de la actividad económica al punto que se espera un aumento del PIB superior a 5% en 2011 (LaNota.com lo proyecta en 5,8%).
Dado que el nivel históricamente bajo de las tasas de interés lleva dos años, que la liquidez ampliada (M3) se ha venido acelerando hasta alcanzar a mediados de mayo de 2011 tasas de crecimiento anual de 13%, y que la cartera del sistema financiero se incrementa a un ritmo cercano al 23% anual, es perfectamente entendible la preocupación de las autoridades monetarias por moderar la reciente política monetaria expansiva.
Y son completamente miopes las manifestaciones gremiales oponiéndose a esa moderación. Es insostenible el mantenimiento de una política monetaria expansiva, tal como la que ha prevalecido en los últimos dos años, a menos que lo que se desee es embarcar a la economía colombiana en una burbuja de funestas consecuencias.
Dado que el nivel históricamente bajo de las tasas de interés lleva dos años, que la liquidez ampliada (M3) se ha venido acelerando hasta alcanzar a mediados de mayo de 2011 tasas de crecimiento anual de 13%, y que la cartera del sistema financiero se incrementa a un ritmo cercano al 23% anual, es perfectamente entendible la preocupación de las autoridades monetarias por moderar la reciente política monetaria expansiva.
Y son completamente miopes las manifestaciones gremiales oponiéndose a esa moderación. Es insostenible el mantenimiento de una política monetaria expansiva, tal como la que ha prevalecido en los últimos dos años, a menos que lo que se desee es embarcar a la economía colombiana en una burbuja de funestas consecuencias.
La verdad es que a mediados de mayo la tasa de interés promedio anual de colocación llegó a 10,9%, cuando hace tres meses era 9,4%, mientras que la del crédito de consumo se ha mantenido relativamente invariable entre 17% y 18% anual. Es decir, todavía se está pisando un territorio de tasas históricamente bajas y se está lejos de aumentos traumáticos en sus niveles.
De hecho, se podría argumentar que la Junta Directiva del Banco de la República está siendo muy tímida en su estrategia de aumento de su tasa de interés de intervención, sino fuera porque las perspectivas de la economía global lucen cada vez más oscuras.
De hecho, se podría argumentar que la Junta Directiva del Banco de la República está siendo muy tímida en su estrategia de aumento de su tasa de interés de intervención, sino fuera porque las perspectivas de la economía global lucen cada vez más oscuras.
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