En el primer trimestre de 2010, el PIB se contrajo en 5,8% frente a igual período del año anterior. Supera a la caída de 3,3% que se registró en 2009.

 

El informe del Banco Central de Venezuela (BCV) revela que el descenso de las actividades petroleras fue de 5%. Otros sectores en caída libre: transporte –15,9%, comercio –11,6%, industria –9,9%, intermediarios financieros –9,7%, construcción –7,8, y minería –4,8%. Curiosamente el sector de electricidad y agua sólo se redujo en 2%.

Por el lado de la demanda, el consumo final privado se redujo en 5,9%, el consumo del gobierno general en apenas 0,2% y la inversión bruta fija en 27,9%.

 

Al tiempo que se ha acentuado la contracción del PIB, la inflación se ha disparado a tasas anuales superiores a 30%. Todo un récord en materia de estanflación. 

 

¿Qué se puede decir acerca de las causas del desplome de la economía venezolana cuando el resto de las economías regionales muestran indicios de una recuperación? Hay que tener en cuenta que durante el primer trimestre de este año los precios internacionales del petróleo estuvieron en niveles relativamente altos, o sea que no hay excusa por el lado de esta variable.

Solamente hay una explicación y ella es Hugo Chávez y sus contraproducentes políticas. Este personaje es el directo responsable del desastre económico venezolano y el principal culpable de los daños y perjuicios que ha sufrido su país con la aplicación de dichas políticas.  

Se las ha arreglado para destruir la actividad productiva privada, para ahuyentar a la inversión extranjera, para despilfarrar recursos en proyectos sin ningún beneficio para su país, para engrandecer a un sector público parasitario y depredador, para dejar caer por falta de inversión y mantenimiento la infraestructura petrolera y eléctrica, y para implantar un absurdo control de cambios que ha conducido a una pésima asignación de las divisas disponibles y que se ha prestado al saqueo de los dineros públicos.